Los resultados de un estudio retrospectivo griego sugieren una asociación entre vacunas COVID-19 de ARNm y brotes de hidradenitis supurativa (HS).
La HS es una enfermedad autoinflamatoria crónica atribuída a una desregulación del sistema inmune innato. Afecta a los folículos pilosos en áreas del cuerpo donde hay glándulas sudoríparas apocrinas, como las axilas y la ingle, causando nódulos dolorosos, abscesos y cicatrices.
La hidradentis es muy molesta, pero no es contagiosa, ni está relacionada con una mala higiene o enfermedades de transmisión sexual.
En VigiAccess, la base de datos de reacciones adversas de la OMS, se han notificado para las vacunas COVID 5.674.092 efectos adversos, de los cuales 634.834 están relacionados con la piel o el tejido subcutáneo: rash, pruritos, urticarias, hiperhidrosis, eritemas, psoriasis...
Entre ellos hay 304 casos de hidradenitis. Parecen pocos teniendo en cuenta que se han publicado varios estudios que tratan sobre ellos en países como Grecia e Italia.
Los mecanismos subyacentes por los cuales la vacunación puede desencadenar o empeorar la HS se desconocen, igual que para otros miles y miles de reacciones. Es una muestra más del grado de incertidumbre con el que se abordó la masiva inoculación de estos fármacos de novedosa tecnología.
Aclarar esos millones de reacciones adversas supone un reto toxicológico enorme, pero la OMS parece que se conforma sólo con llevar la cuenta y "que investiguen otros"...
¿Tendrá algo que ver el hecho de que una parte importante de su financiación provenga de las multinacionales farmacéuticas..?
Podría ser. Aunque quizá su inacción se deba a que se ha convertido en un ente mastodóntico, mayormente preocupado por mantener su propia infraestructura burocrática, y completamente alejado del espíritu que inspiró su creación. Un problema común en la mayoría de las organizaciones humanas.
Juan, si estuviera en mi mano, te haría Director Europeo de Evaluación y Verificación Farmacológica.
ResponderEliminar¿Y qué iba a hacer con el huerto...?
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