Un estudio publicado en 2020 en el prestigioso BMJ traía una interesante conclusión:
"Hay una prevalencia sustancialmente menor de diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia en los Amish en comparación con los caucásicos no Amish en los EE. UU".
La hipertensión o la hipercolesterolemia no son propiamente enfermedades, sino unos niveles de esos parámetros. En cambio la diabetes es una enfermedad en toda regla: una enfermedad autoinmune. Y la comparativa es elocuente:
"Se desconocen las razones de estas diferencias de prevalencia, aunque probablemente se relacionen con características distintivas del estilo de vida y la comunidad Amish que pueden proteger la salud cardiometabólica, como los niveles relativamente altos de actividad física y la estructura cohesiva y de apoyo de la comunidad Amish".
Resulta cómico, pero también revelador, citar como posible causa de esos datos tan positivos la "estructura cohesiva de la comunidad" y no mentar "la bicha"...
Sí, vamos a decirlo, los Amish no se vacunan, y no sólo no muestran peor salud que los vacunados, sino que al parecer están mucho más sanos.
"El que tenga oídos para oir, que oiga" (Mateo 11:15).
Me ha hecho mucha gracia lo de "la bicha" 😅😅 me ha venido a la cabeza el símbolo de las farmacias que contiene una serpiente. Muchas gracias por tu divulgación
ResponderEliminarProbablemente se deba a un estilo de vida con más ejercicio físico y más horas de sueño, eh, Juan.
ResponderEliminarJ. Vallés