La letanía de la gripe aviar lleva ya un tiempo en marcha, porque claro, ya están fabricándose vacunas para ella, a pesar de que hoy por hoy su transmisión entre humanos es nula.
Los laboratorios son tan buenos previsores que ya se están adelantando a una hipotética situación en que el presunto virus mute, o lo hagan mutar, y salte de especie. A la humana, claro.
AUDENZ es la vacuna de Seqirus, pendiente de aprobación. El mismo fabricante que la vacuna Chiromas de la campaña de la gripe estacional de 2019-2020, y con el mismo adyuvante MF59, con escualeno y polisorbato 80. El pasado siempre vuelve.
Los estudios que se presentan para su aprobación revelan estos datos de eventos adversos graves:
Eventos adversos graves:
En el Estudio 3, los eventos adversos graves fatales y no fatales reportados en los 12 meses posteriores a la vacunación entre adultos de 18 a 64 años ocurrieron en el 2.9% de los sujetos que recibieron AUDENZ y en el 3.3% de los sujetos que recibieron placebo. Las tasas de eventos adversos graves entre los adultos de 65 años o más fueron del 10.5% en los sujetos que recibieron AUDENZ y del 15.3% en los sujetos que recibieron placebo. Los eventos adversos graves fatales incluyeron a 11 (0.5%) receptores de AUDENZ y 1 (0.1%) receptor de placebo. Ningún evento adverso grave fue evaluado como relacionado con AUDENZ.
Hablando en román paladino, un año tras el ensayo:
- De los 2.200 voluntarios a los que se inyectó la vacuna, habían muerto 11. El 0,5%. 😳
- De los 1.000 voluntarios a los que se inyectó placebo, había muerto 1. El 0,1%. 🤔
¡Y eso que eran voluntarios sanos!
Pero según los investigadores, tan neutrales ellos, todo fue por causas ajenas al chute, pura casualidad, no pensemos mal. Según ellos es segura y eficaz, no seamos terraplanistas. Eso sí, participar en un ensayo clínico y que te toque la vacuna parece que trae mala suerte.
Aquí la prensa oficial de elpais ya nos avisa de que no hay conspiración:
Y no faltan expertos en defender ésta y otras vacunas gripe-aviares a capa y espada.
Fabricantes y evaluadores; parecen como compinchados.
ResponderEliminarJesús Vallés