El sorprendente mapa de la esclerosis múltiple

 

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica autoinmune que cursa con desmielinización del sistema nervioso central, de origen desconocido y clínica limitante y compleja.

Tras un contínuo crecimiento en las últimas décadas, su prevalencia media mundial ha alcanzado los 33 casos por cada 100.000 habitantes, pero su distribución no es homogénea a nivel global, sino que sigue un patrón geográfico aparentemente caprichoso, como ilustra el mapa.

Así, la prevalencia es muy alta en América del Norte con casi 200 casos por 100.000, y Europa y Australia con 100 casos por 100.000, mientras que en el África subsahariana está en torno a 2 casos por 100.000, y es también relativamente baja en Centro y Suramérica, y en el Asia meridional. 

Estas sorprendentes diferencias en la distribución de la EM parecen sugerir la existencia de factores genéticos y ambientales implicados en su origen y desarrollo. De hecho se han propuesto varios factores de riesgo ambientales, como la infección por el virus de Epstein-Barr, el tabaquismo y la latitud. Pero el enigma de la EM sigue sin esclarecerse. Veamos:

  • El factor latitud parece evidente, con un gradiente descendiente a medida que nos aproximamos al ecuador, y con una mayor prevalencia en las zonas más alejadas, sobre todo las del norte. Esto podría indicar un efecto protector de los climas cálidos.
  • El factor genético no parece ser muy robusto viendo por ejemplo las diferencias de prevalencia encontradas entre paises relacionados genéticamente como España e Italia y Argentina. De hecho hoy ya se da por comprobado que la EM no es una enfermedad hereditaria.
  • Tampoco el tabaquismo sigue una distribución que explique el mapa.
  • En cuanto al factor infeccioso vírico, la implicación de los herpesvirus va tomando cuerpo de forma cada vez más plausible, si bien cojea como explicación única: si la EM fuera simplemente una enfermedad infecciosa, las diferencias geográficas se habrían ido disipando por los sucesivos contagios. Debe haber algo más.

Resulta un reto fascinante intentar desentrañar el enigma de la EM oculto tras las fronteras geográficas, y desafiar las percepciones convencionales buscando identificar factores de riesgo que ayuden a prevenir esta enfermedad neurológica. Vamos a ello:

  • Un primer punto de reflexión es que la EM, como tantas enfermedades autoinmunes, no es una enfermedad de nacimiento. Ningún niño nace con ella: la EM se adquiere.
  • En cuanto a su inicio, generalmente ocurre entre la juventud y la temprana edad adulta, entre los 20 y 40 años de edad. Es decir, tampoco es una enfermedad de la vejez, degenerativa. Muy al contrario, la EM surge en la flor de la vida.

  • Hay otro elemento adicional de análisis, y no es uno menor: las mujeres se ven afectadas de dos a tres veces más frecuentemente que los hombres (94 mujeres y 34 hombres en nuestro entorno), y esta diferencia parece aumentar en algunas áreas del mundo.
  • Y hay un cuarto elemento, quizá el más sorprendente: los registros de la dinámica poblacional migratoria muestran que la migración en la niñez o adolescencia desde áreas de baja prevalencia hacia áreas de alta prevalencia aumenta la probabilidad de desarrollo de la EM: una niña africana que emigre a Europa o Norteamérica, automáticamente pasa a tener el riesgo de las jóvenes de esas zonas, es decir pasa a tener 50 ó 100 veces más probabilidades de contraer la EM que si se quedara en su país de nacimiento. Esto sugiere un claro componente ambiental, pero podría más bien estar revelando un componente sociocultural.

Y no olvidemos algo fundamental: la EM es por encima de todo una enfermedad autoinmune, es decir, un trastorno del sistema inmunitario.

Con estas pistas, ¿cuál podría ser la causa de que una joven de 25 años del mundo occidental tenga el triple de riesgo de contraer un trastorno inmunitario que un joven de su misma edad y ciudad, y 50 veces más riesgo que una joven africana de su misma edad...? 


2 comentarios:

  1. Un buen amigo falleció joven de esa enfermedad.

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  2. Pues tengo mis sospechas.... tanto que nos inmunizamos para todo..........

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