Diez años antes, en 1993, esta nueva patología había sido descubierta por el doctor francés Romain Gherardi, Jefe de Departamento de Patología Neuromuscular del Hospital Henri-Mondor de Créteil, París. La MMF presentaba desconcertantes similitudes con otros síndromes hasta entonces inexplicados como el síndrome de fatiga crónica y el síndrome de la Guerra del Golfo.
Y en 1998, el equipo de Gherardi había identificado su causa: el hidróxido de aluminio contenido como adyuvante en las vacunas contra la hepatitis B, que habían empezado a inocularse masivamente en Francia en esa época. Claro que justo desde ese momento las revistas científicas empezaron a rechazar sus artículos, y vio recortada su financiación. Mentar la palabra "vacuna" cerraba puertas...
Pese a todo, él continuó con sus investigaciones y logró publicarlas, y hoy en día el portal sobre enfermedades raras y medicamentos huérfanos Orphanet define la miofascitis macrofágica como una enfermedad poco frecuente adquirida del músculo esquelético caracterizada por la infiltración del epimisio, el perimisio y el endomisio perifascicular por macrófagos con inclusiones cristalinas compuestas de sales de aluminio localizadas en el sitio de inyección de una vacuna.
Gherardi, ahora reconocido y premiado, ha plasmado recientemente su odisea en el libro "Toxic Story. Les dangers de l'aluminium dans les vaccins", publicado de momento sólo en francés...
En él conecta la MMF con el síndrome ASIA descrito por Shoenfeld.
Jodo... menuda portada!
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