Sin embargo, esos fármacos actuales poco tienen que ver con los antirretrovirales iniciales:
El primer antirretroviral autorizado fue Zidovudina (AZT, Retrovir®, Glaxo-Wellcome) en 1987, al que siguió en 1989 la Didanosina (ddI, Videx®, Bristol). En 1992 apareció la Zalcitabina (ddC, Hivid®, Roche). Tomados solos o por parejas, acabaron fracasando debido a su toxicidad y a que el VIH desarrollaba resistencia frente a ellos.
En 1995 Glaxo registra la exitosa Lamivudina (3TC, Epivir®), que hoy perdura. También en 1995 llegó el primer inhibidor de la proteasa (IP) de la historia, el Saquinavir, (Invirase®, Roche) luego reformulado como Fortovase®. Justo después salía al mercado otro IP, el Indinavir (Crixivan®, MSD), que acabó desplazando a los IP de Roche. El Ritonavir (Norvir®, Abbott) fue un IP que se usaba para potenciar a otros como en el exitoso Kaletra® (Lopinavir+Ritonavir), que llegó a usarse como monoterapia y hoy casi en desuso por sus múltiples interacciones y efectos adversos, pero que inexplicablemente se utilizó en las primeras etapas del COVID-19 porque "algo había que dar".
En 1998, en los inicios de la era TARGA (sigla de terapia antirretroviral de gran actividad), Roche lanzó otro IP, Nelfinavir (Viracept®), que acabó relegado por producir diarrea. También a finales de la década de los 90 empezó a aparecer la lipodistrofia asociada a los IP, los antirretrovirales más en boga...
Ni Estavudina, ni Didanosina, Amprenavir, Indinavir..., que en los inicios eran los fármacos estrella, se incluyen hoy en día en ningún régimen de tratamiento anti-VIH. De aquellos fármacos de la primera década prácticamente solo perdura la Lamivudina, pues casi todos los demás fueron retirados bien por su toxicidad, bien por la generación de resistencias, y el muy tóxico AZT ha quedado relegado a la profilaxis de la transmisión materno-fetal.
Ante esta realidad, y con la perspectiva del tiempo transcurrido, cabe preguntarse: ¿Les aportaron aquellos fármacos más beneficio que daño a los pacientes que en su día los tomaron...?
Que esa pregunta se la haga un profesional de la Farmacia, denota humildad y honestidad.
ResponderEliminarÉstas virtudes son muy comunes en la profesión médica?