Vacunas COVID-19 y anticuerpos anti-PEG: nuevos datos

 

"Formulaciones de nanopartículas lipídicas pegiladas: perspectiva de seguridad y eficiencia inmunológicas", es el título del completo artículo de revisión publicado en ACS por la biofísica búlgara Rumiana Tenchov, de la Sociedad Americana de Química.


Si ya varios trabajos afirmaban que un significativo porcentaje de la población tenía anticuerpos anti-PEG, ahora en España tras la vacunación COVID ese dato superará el 90%. Las consecuencias las vamos a ir viendo con el tiempo. Mientrastanto, al trabajo ya mencionado aquí se suman otros cuyas notas destacadas son las siguientes:

En To PEGylate or not to PEGylate: immunological properties of nanomedicine’s most popular component, poly(ethylene) glycol and its alternatives, se corroboran nuestras tesis sobre la génesis de los anticuerpos anti-PEG:

  • "Muchos antígenos no proteicos (lípidos, ácidos nucleicos, polisacáridos y otros polímeros tanto naturales como sintéticos) estimulan la respuesta de anticuerpos en ausencia de ayudantes T, de ahí el nombre de estos antígenos: independientes del timo. Los antígenos de tipo 2 no se presentan a las células T en el contexto del MHC. La propiedad típica de estos antígenos es la multivalencia caracterizada por la presencia de estructuras repetitivas que entrecruzan las inmunoglobulinas de superficie en las células B que conducen a la activación de las células B. Los subconjuntos de células B que responden a los antígenos de tipo 2 también son diferentes e incluyen células B de la zona marginal y células B1 que, después de la activación, se diferencian en células plasmáticas de vida corta que producen IgM. La ubicación típica de esta respuesta es el bazo (si el antígeno se administra sistémicamente a través de la sangre), mucosas y cavidad peritoneal (si el antígeno se administra localmente), donde los macrófagos producen citoquinas de apoyo que conducen, aunque de manera menos eficiente, al cambio de isotipo hacia anticuerpos no IgM (IgG e IgA). El cambio de isotipo a los antígenos de tipo 2 puede estar dirigido además por sustancias que activan los receptores tipo Toll (TLR) que desencadenan respuestas de citoquinas de apoyo tanto en los macrófagos como en los linfocitos B. Los anticuerpos naturales o los llamados preexistentes, que se detectan en la sangre de las personas sin una exposición aparente a los patógenos, suelen ser de baja afinidad y están dirigidos contra los fosfolípidos y los carbohidratos. La literatura disponible discutida en la sección anterior sugiere que el PEG libre se comporta como un antígeno tipo 2".
En Understanding the Role and Impact of Poly (Ethylene Glycol) (PEG) on Nanoparticle Formulation: Implications for COVID-19 Vaccines, dado que las vacunas de ARNm se administran mediante inyecciones intramusculares (IM), se plantea la cuestión de si las vacunas o sus componentes llegan a la sangre y, en caso contrario, si existe alguna probabilidad de que se inicie una reacción adversa mediada por el complemento en los músculos esqueléticos:
  • "En primer lugar, muchas vacunas se administran por vía IM y desencadenan respuestas inmunitarias principalmente en los ganglios linfáticos de drenaje (Irvine et al., 2020). Sin embargo, es posible la inyección IV inadvertida de una vacuna, y esto ha sido documentado en la literatura (Thomas et al., 2016). Curiosamente, un estudio reciente en animales ha demostrado que la inyección iv pero no IM de la vacuna de ARNm de Pfizer/BioNTech puede inducir miopericarditis aguda (Li et al., 2021b). Además, una publicación preimpresa proporcionó evidencia de que la inyección IV de una vacuna adenoviral podría conducir a la formación de agregados de plaquetas y adenovirus que conduzcan a la eliminación de plaquetas y trombocitopenia (Nicolai et al., 2021). Además, a través de la infiltración de los ganglios linfáticos axilares, las vacunas de ARNm podrían llegar a la vena cava a través del conducto torácico (Dezsi et al., 2022). En conjunto, la administración IV accidental de una vacuna destinada a la administración IM podría desencadenar eventos adversos. La activación del complemento en circulación es por tanto plausible, aunque queda por demostrar en pacientes vacunados que presenten efectos adversos".
  • "En cuanto al músculo esquelético, es el tejido más abundante en el cuerpo humano y se ha demostrado la biosíntesis del complemento en las células del músculo esquelético (Syriga y Mavroidis, 2013). Además, los estudios han demostrado que el complemento desempeña un papel en la regeneración del músculo esquelético (Zhang et al., 2017). Actualmente es una cuestión de conjeturas, pero sigue siendo posible que las vacunas de ARNm puedan activar la cascada del complemento in situ después de la administración IM y/o desencadenar la activación del complemento en la sangre".

El artículo concluye que "aunque aún se desconoce el mecanismo de estas raras reacciones adversas, se cree que las proteínas del complemento y la presencia de anticuerpos anti-PEG desempeñan un papel importante. Estas biomoléculas están interconectadas en lo que se ha identificado como el círculo vicioso inmunoestimulador (Szebeni, 2016), que produce reacciones inmunológicas adversas, incluida CARPA".

Recordemos en este punto, que tanto las IgM como las IgG tienen capacidad de unirse al complemento, a diferencia de la IgA de las mucosas.

También se ha publicado más cosas sobre el CARPA y las nanopartículas pegiladas en: https://www.cas.org/es-es/resources/cas-insights/emerging-science/ultimate-guide-pegylated-lipid-nanoparticles

El volumen de información sobre los anticuerpos anti-PEG empieza a ser ya enorme. De todo lo anterior extraigo que los anticuerpos anti-PEG podrían formar complejos uniéndose a distintos ligandos: proteína S suelta, células que la expresan en su superficie, virus con glicoproteínas de manosa... De ahí que reacciones como las miocarditis puedan ser desencadenadas tanto por las infecciones como por las vacunas.


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