¿Anticuerpos erróneos...? ¡Anticuerpos anti-PEG!

 


Salgo del letargo veraniego al oír hablar de un estudio en el que se habla de que la preexistencia de anticuerpos erróneos en ciertos individuos los hacen más susceptibles al COVID-19 grave...

Salto de mi asiento y grito: ¡los anticuerpos anti-PEG! (anticuerpos anti-polietilenglicol).

Porque la pregunta que se han hecho esos investigadores: "¿por qué unos individuos desarrollan un COVID-19 grave y otros no?" es la que hace más de un año nos llevó a la investigación que se plasmó en el "informe Barbastro", que encontró como factor diferencial la vacunación antigripal en mayores de 65 años, y puso el punto de mira en el Polisorbato 80.

Y la continuación de nuestra investigación nos llevó a los anticuerpos anti-PEG y a que, como hemos tratado aquí, son compartidos por los polisorbatos y los polietilenglicoles (presentes en vacunas antigripales, "vacunas COVID" y otros fármacos inyectables), y a que podrían provocar una interferencia inmunológica con varios virus que poseen estructuras repetitivas en su superficie, como los coronavirus, el virus de la gripe y el Ebola.

Este trabajo está publicado con libre acceso en la plataforma europea zenodo, así como el resto de nuestros trabajos y otros miles de artículos independientes procedentes de todo el mundo.

Nuestra teoría de la interferencia inmunológica está, por tanto, más viva que nunca.

¡Buen verano!


¿Es Remdesivir eficaz en COVID-19?

 


Esta es la pregunta que se hacen en esta revisión Cochrane, y este es el resumen de las conclusiones de los autores: 

Según la evidencia actualmente disponible, el Remdesivir probablemente tiene poco o ningún efecto sobre la mortalidad por todas las causas hasta los 28 días en los adultos hospitalizados con infección por SARS-CoV-2. 

No hay certeza acerca de los efectos del Remdesivir en la mejoría y el empeoramiento clínico. No se dispuso de datos suficientes para examinar el efecto del Remdesivir sobre la mortalidad en los subgrupos definidos por la asistencia respiratoria al inicio. 

Y es que por mucho bombo que se le haya querido dar al fármaco, la realidad es que Remdesivir trifosfato es simplemente un análogo del trifosfato de adenosina (ATP) que compite con el ATP natural durante la replicación del ARN viral. Pero, a mi entender, su mecanismo es muy inespecífico y podría afectar a todas las rutas metabólicas del ser humano, lo que explicaría su efecto de elevación de las transaminasas hepáticas.

Y todo por un módico precio de 2.000 euros por tratamiento.


La mariposa de Wuhan

 


Según el efecto mariposa, concepto vinculado a la Teoría del Caos, el aleteo de un insecto en Hong Kong puede desatar una tempestad en Nueva York. Es decir, una pequeña perturbación inicial puede, mediante un proceso de amplificación, generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo. 

¿Estamos quizá asistiendo en nuestros días a la confirmación a escala planetaria de dicho fenómeno: la pandemia COVID-19? Síganme el juego.

En diciembre de 2019 un grupo de médicos chinos encabezado por Na Zhu envió un trabajo a la revista New England Journal of Medicine. Un trabajo sobre 3 neumonías cuyo destino parecía que iba a tener muy poco recorrido: el que va de la mesa del editor a la papelera...

Pero no fue así, una mariposa aleteó y se posó sobre el artículo, y el editor, para verla mejor, cogió los folios y los dejó en el montón de los manuscritos aceptados. Los medios de desinformación y manipulación lo amplificaron e hicieron el resto. El morbo vende, y la gente compra. Después, los médicos callaron, y los políticos veletearon.

Hay dos géneros cinematográficos que están entre mis favoritos: los viajes en el tiempo y la ucronía, también conocida como la historia alternativa: algo así como el "qué hubiera sido del mundo si..."

Pues bien, a modo de juego, planteo mi ucronía alternativa al mundo actual: en ella, el editor del New England arroja realmente el artículo de Zhu a la papelera de reciclaje de windows, y repito, en mi universo alternativo imaginario, lo que ocurre es lo siguiente:

  • El invierno de 2019-2020 transcurre como cualquier otro, con sus resfriados, gripes y neumonías habituales. El siguiente, más de lo mismo.
  • Mueren personas mayores más o menos cuando les toca, y nacen niños, sobre todo en los países más pobres.
  • El 99% de la población desconoce términos como coronavirus, SARS, PCR, y vive tan feliz.
  • Cuando alguien tose o estornuda, la gente alrededor no entra en pánico: tan sólo le dicen ¡Jesús!
  • La gente disfruta de la vida, sale, pasea, baila, come, bebe y ama.
  • La gente de Occidente mira como extraterrestres a los habitantes de Pekín o Tokio que llevan mascarilla para protegerse de la contaminación. ¿Cómo pueden aguantar...?
  • Nadie ha oído hablar del polisorbato o el grafeno, ni falta que les hace, que son de letras.
  • Los confinamientos, las inyecciones obligatorias y los toques de queda son asuntos muy superados tras la lejana Segunda Guerra Mundial, y parece imposible que alguien pueda ni siquiera volverlos a plantear.
  • La gente hace caso omiso de las campañas de vacunación, porque "igual da".
Vaya, el resultado es una película con menos chicha que "Lost in translation", pero qué se le va a hacer. A uno le ha caído la etiqueta antivacunas, negacionista y conspiranóico, pero hay que matizar:

No soy tragacionista, está claro: nunca me he creído la historia del pangolín y el murciélago, la de los enfermos asintomáticos, las mascarillas atrapavirus o las vacunas exprés.

Pero tampoco soy conspiranóico: aún a riesgo de subestimarlos, no creo que la situación actual haya sido diseñada por Soros, Gates o ningún otro archimillonario masón.

Sí que creo que hay gente que en medio de esta ruina se está forrando aprovechándose de la situación, y sobre todo creo en el agilipollamiento global, consistente en creerse todo lo que te digan en la tele a pesar de que ofenda a tu sentido común. Yo no me creo ni el tiempo.

Sí, soy muy incrédulo. No creo en los políticos, menos aún en los periodistas, poco en los jueces y nada en el Papa. Creo en Dios y poco más. De la industria farmacéutica mejor ni hablamos.

Si hay quien se siente ofendido por esta historia, que vaya al médico: le falla el sentido del humor.


Peter Doshi, referente de objetividad

 


Peter Doshi, profesor asistente de la Escuela de Farmacia de la Universidad de Maryland y editor asociado de la prestigiosa revista BMJ (British Medical Journal) es un profesional que en el tema de las estrategias COVID nunca se ha dejado llevar por lo que los anglosajones llaman el wishful thinking, el buenismo reinante, la ilusión de confundir los deseos con la realidad. 

Ya en octubre de 2020, Doshi dijo en el BMJ lo que nadie quería oír: que los ensayos de las "vacunas COVID" entonces en marcha no estaban diseñados para evaluar si esos fármacos podían evitar que las personas enfermaran gravemente y murieran, y tampoco analizaban si podían interrumpir la transmisión del virus. Unos temas de candente actualidad

Ahora vuelve a poner el dedo en la llaga al poner en evidencia por un lado la falta de estudios sobre la distribución de estos fármacos en el organismo, que resultarían necesarios al estar usándose con ellos nuevos sistemas de administración, vehículos y excipientes.

Y por otra parte constata el hecho de que al haberse ofrecido la vacunación a los voluntarios que recibieron placebo en los ensayos, ya no hay propiamente grupos control de más de 6 meses, lo cual se antoja muy poco tiempo. Los únicos comparadores de control quedan fuera de los ensayos: son los no vacunados.

Porque no olvidemos que todas las autorizaciones son provisionales, y que tan importante como medir la eficacia es vigilar la seguridad mediante la Farmacovigilancia.

¿Por qué tanta prisa?, se pregunta Doshi.


Autorización condicional


La Agencia Española de Medicamentos nos permite acceder en su web de información de medicamentos (CIMA) a los datos de las 4 "vacunas COVID" autorizadas provisionalmente en España:

Y hay que recalcar la palabra "provisional", que aparece para todas ellas, pues al acceder a los enlaces de los informes públicos de evaluación (IPE) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se nos repite que a cada una de ellas se le ha concedido una «autorización condicional de comercialización»

Esta modalidad de aprobación implica que se espera obtener más información sobre este medicamento, que la compañía estará obligada a proporcionar. La Agencia revisará anualmente la nueva información disponible y actualizará esta información general cuando sea necesario.

Es decir, que a la luz de los datos de eficacia y seguridad que se vayan recopilando, la EMA bien podría revocar dicha autorización provisional para alguna de ellas, o para todas, en los próximos meses.

Esta posibilidad parece no querer entrarles en la sesera a unos cuantos presidentes autonómicos y una manada de asalariados de los medios de comunicación, pero es una realidad. No han sido aprobadas, sino autorizadas provisionalmente. 

De hecho, aunque se aprobaran, ningún fármaco tiene una aprobación definitiva, pues cada año se retiran varios por distintos motivos, pues la evaluación es continua, afortunadamente.

Resulta curioso lo que en la misma página se dice para estos fármacos:


¿?