Cuando antes de los 40 años los ovarios dejan de funcionar como debieran, no produciendo cantidades normales de estrógenos ni liberando óvulos regularmente, estamos ante una insuficiencia ovárica primaria (POF, por sus siglas en inglés), que puede provocar infertilidad.
En un artículo se relaciona la POF con el síndrome ASIA (síndrome autoinmune/autoinflamatorio inducido por adyuvantes) y la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), vacuna que también se ha asociado con síndrome de Guillain-Barré, lupus, vasculitis, PTI y hepatitis autoinmune.
Peter Doshi peleó y ganó en los tribunales el derecho a analizar los datos de los ensayos de las vacunas contra el VPH, cuya introducción estuvo rodeada de polémica:
- Los estudios sobre seguridad de la vacuna en relación con la fertilidad habían sido incompletos: los datos de la mitad de los sujetos estudiados se perdieron en el seguimiento al año.
- Algunas participantes usaban métodos anticonceptivos hormonales, lo que podía enmascarar la insuficiencia ovárica.
- Todas las condiciones médicas que aparecieron después de 7 meses tras la vacunación se consideraron como no asociadas con la vacuna.
- Tras las dosis de refuerzo, los efectos adversos solo se registraron durante 2 semanas.
Peter Doshi
Pero la mayor polémica revelada por Doshi fue el hecho de que el placebo utilizado en el grupo control contenía el mismo adyuvante de aluminio que la vacuna en estudio, algo que enmascaraba cualquier reacción debida al propio adyuvante, del que se sabe que está involucrado en el síndrome ASIA.
Algo inadmisible, pero que coló.
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