El síndrome de Stevens-Johnson (SJS) es una enfermedad grave y potencialmente mortal que afecta a la piel y las membranas mucosas. Sus síntomas iniciales son similares a los de la gripe. Después se desarrolla una erupción cutánea que progresa a la formación de ampollas y erosiones en la piel y las mucosas, incluyendo los ojos, la boca, la nariz y los genitales, pudiendo aparecer síntomas sistémicos.
Junto con la necrólisis epidérmica tóxica (NET), son enfermedades asociadas con una reacción inmune grave y potencialmente mortal a ciertos medicamentos: sulfonamidas, algunos antibióticos, vacunas, antiepilépticos y antiinflamatorios no esteroides (AINEs).
En principio se trata de medicamentos con actividades farmacológicas y mecanismos de acción diversos. ¿Dónde puede estar el nexo que los una...?
Echando un ojo a las fichas técnicas de los fármacos inyectables con los que más se ha asociado el SJS, y en concreto a esos componentes de los medicamentos tan olvidados casi siempre como son los excipientes, encontramos cierto patrón:
Cotrimoxazol (Soltrim), Diazepam (Valium), Diclofenaco (Voltaren) y Piroxicam (Feldene) contienen Alcohol bencílico, con un grupo alcohol (OH):
Digoxina y Fenobarbital (Luminal), junto nuevamente con Diazepam (Valium), Diclofenaco (Voltaren) y Piroxicam (Feldene) contienen Propilenglicol, con dos grupos alcohol:
Otros fármacos involucrados como Dexketoprofeno (Enantyum), Ketorolaco (Toradol) y los contrastes iodados no iónicos contienen Trometamol, una amina primaria con 3 grupos alcohol:
Por otra parte, la Penicilina benzatina (Benzetacil) y el Pembrolizumab (Keytruda) contienen Polisorbato 80, formado por ésteres de polialcoholes:
El SJS también se ha asociado en menor grado a infecciones víricas, bacterianas y con enfermedades autoinmunes. Una de las líneas de este blog es explorar la posible conexión entre las enfermedades del sistema inmune, los virus y los excipientes farmacéuticos: la interferencia inmunológica.
El campo para seguir investigando se ensancha hacia el infinito.
Propilenglicol...
ResponderEliminarRespecto al SJS, he de añadir que hay ciertos fármacos que lo desencadenan muy frecuentemente en ciertas etnias. El anticonvulsivo carbamazepina suele producirlo en gente de extremo oriente por una mutación genética que suelen presentar, por lo que antes de recetárselo a dicho paciente, se hace un estudio genético para confirmar la mutación.
ResponderEliminarSí, es que la carbamazepina tiene tal complejidad de efectos e interacciones que a mí me desborda al intentar buscarles una explicación. Yo notifiqué una diplopía, algo frecuente. Un saludo.
EliminarUna duda, y el glicerol como excipiente... que tal?. Gracias
ResponderEliminarEmilia, el glicerol forma parte de nuestro metabolismo normal al ser un componente de los triglicéridos. En teoría no debería dar problemas, pienso yo. Un saludo.
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