El sistema inmune humano es una maquinaria complejísima perfectamente engranada para proteger a ese "todo" formado por billones de células y bacterias que constituye el individuo.
Muchas veces tendemos a pensar en el sistema inmunitario meramente como protector contra las infecciones, no prestando tanta atención a su otra función fundamental: la prevención del cáncer.
El control del desarrollo de tumores por el sistema inmunitario se conoce como "vigilancia inmunológica", y se pone de manifiesto en varios hechos:
- La desaparición espontánea de pequeños tumores.
- Tumores primarios que se mantienen años bajo control sin desarrollar metástasis.
- Mayor incidencia de tumores en personas mayores con el sistema inmune debilitado.
- Inmunodeficiencias que cursan con elevada frecuencia de tumores.
- Fármacos inmunosupresores que provocan aumento de la frecuencia de tumores.
Sí. Inhibir el sistema inmune conlleva el riesgo latente de provocar consecuencias similares al efecto ahora conocido del humo del tabaco, que suprime las funciones antitumorales de las células NK (Natural Killer) del sistema inmune innato, favoreciendo así el desarrollo de tumores.
Al tratarse de una iatrogenia a medio-largo plazo, desarrollada a lo largo de meses y años, la detección de los efectos adversos puede escapar a los cortos periodos de estudio de los ensayos clínicos, y sólo evidenciarse ya en pleno uso normal tras la comercialización.
Se está incidiendo mucho en la búsqueda de causas directas tanto hereditarias como medioambientales que expliquen el constante incremento del cáncer en edades cada vez más tempranas, pero...
¿No será que lo que está fallando es el sistema inmune, machacado por el consumo masivo de productos que alteran nuestras defensas naturales?
Seguro, Juan. Muy desencaminado no vas.
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