Una de cada diez personas padece una enfermedad autoinmune

 

"Las enfermedades autoinmunes afectan aproximadamente a una de cada diez personas y su incidencia continúa aumentando con el tiempo".

Este es el desolador dato al que ha llegado un estudio británico publicado en la revista Lancet.


El estudio utilizó un enorme conjunto de datos de registros médicos electrónicos anónimos del Reino Unido para investigar las 19 enfermedades autoinmunes más comunes.

Los resultados muestran que estas 19 enfermedades autoinmunes estudiadas afectan a alrededor del 10% de la población: el 13% de las mujeres y el 7% de los hombres, una cifra superior a estimaciones anteriores basadas en muestras más pequeñas, pero coincidente en el mayor impacto en las mujeres. ¿Qué factor de riesgo podría ser el que afecte más a las chicas que a los chicos...?

La investigación también confirma casos en que una persona con una enfermedad autoinmune tiene más probabilidades de desarrollar una segunda en comparación con alguien sin una enfermedad autoinmune. ¿Será que se reincide en el mismo factor de riesgo...?

Se observa que la diabetes tipo 1 de inicio en la infancia es más comúnmente diagnosticada en invierno. ¿Qué factor de riesgo podría darse a finales del otoño...?

Hay trastornos autoinmunes que se asocian comúnmente entre sí, como el síndrome de Sjögren, el lupus eritematoso sistémico y la esclerosis sistémica, que parecen indicar un mecanismo similar. 

Por contra, la esclerosis múltiple tiene poca concurrencia con otras enfermedades autoinmunes. Parece que su mecanismo es singular.

Otro estudio nos presenta un gráfico impactante integrando las distintas autoinmunes:


Se ve por ejemplo una prevalencia de la psoriasis del 2,5% de la población. Una barbaridad.

Este segundo trabajo lleva por título: "La creciente prevalencia de la autoinmunidad y las enfermedades autoinmunes: una llamada urgente a la acción para mejorar la comprensión, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención".

Desde luego, son unos datos sobrecogedores que deberían tener a todo el estamento sanitario en vilo buscando una explicación y una solución. Sin embargo, la presión social es nula, y con la excepción de Twitter, el panorama está muy tranquilo. 

¿Y las acciones de los laboratorios farmacéuticos de las vacunas y los tratamientos para los trastornos autoinmunes...? Pues también arriba, y subiendo.

Coincidencias de la vida.


El Mundo se cae del caballo

 


El Diario el Mundo, un insigne representante de los medios de desinformación españoles, recoge las conclusiones del informe de la Cámara de Representantes de USA sobre la pandemia COVID. Y, según el periodista Sergio Collado, una de las reflexiones que hay que hacer es la siguiente: 

"Lo que eran bulos y fake news de muchos de aquellos etiquetados como negacionistas ahora está alineado con los hechos probados. En adelante, como ciudadanos deberíamos escuchar otras voces y otros ámbitos, aunque no concuerden con la narrativa del Estado, de los medios tradicionales, con los verificadores de información, con la mayoría de la sociedad ni con nuestra más arraigada ideología. Y hacerlo, siempre y en todo momento y para cualquier fuente, de manera crítica y distanciada, recordando que la urgencia del miedo es la peor consejera".

¿Es que el bueno de Sergio, cual Saulo de Tarso camino de Damasco, ha visto la luz?

¿Volverá el Mundo a ser un referente de la objetividad en la información? 

De momento, hay que reconocer que es una grieta inesperada en la Matrix. 

Aquí está el texto completo del artículo:


Tribuna Cataluña

La investigación que cambia la pandemia

Illa, ex ministro de Sanidad
Illa, ex ministro de SanidadFoto: Alejandro GarcíaEFE
Actualizado 

Han pasado casi cinco años desde uno de los momentos más traumáticos que como sociedad globalizada nos ha tocado vivir. Y parece que esa experiencia tan funesta de la pandemia por Covid-19 se haya enterrado profundamente. Pasado el problema, mejor olvidar lo terrible: la vida sigue. A estas alturas, nadie quiere nadie quiere nueva información para confesarse como infantil, miedoso, crédulo, cuando no como dueño de una voluntad ligera y manejable.

Bien, esta intro viene a cuento a raíz del informe Revisión posterior a la acción de la Pandemia de COVID-19: Lecciones aprendidas y un camino a seguir, publicado este 2 de diciembre de 2024 por la Cámara de Representantes del Congreso de EE.UU. Durante dos años, el Subcomité Selecto para la Pandemia de Coronavirus ha llevado a cabo la investigación más exhaustiva realizada hasta la fecha: entrevistas y declaraciones de los responsables y gestores, documentos administrativos y farmacéuticos, cartas de investigación y revisión de hasta más de un millón de páginas documentales... que cambian radicalmente el relato que teníamos de la pandemia.

Según este informe de más de 500 páginas, aquí un sucinto listado de algunos conocimientos que debemos actualizar en nuestro disco duro en concordancia a los hechos:

1-El origen más probable del virus Covid-19 fue una fuga del laboratorio de Wuhan, se desbanca el contagio de origen animal y se vuelve así a la primera versión de 2019. Fue y es un virus creado por el hombre, que apunta a un experimento de ganancia de función financiado por EE.UU.

2-La obligatoriedad del uso de mascarillas no provenía de una evidencia científica concluyente para la prevención de la enfermedad. Mientras que el distanciamiento social de "metro y medio", que cerró escuelas y pequeñas empresas en todo el país, fue una medida arbitraria tampoco basaba en la ciencia; para más sorna, el Dr. Fauci testificó que esta medida "simplemente apareció", sin más.

3-Sobre los confinamientos: los encierros domiciliarios prolongados causaron un "daño inconmensurable" no solo a la economía, sino también a la salud mental y física de los ciudadanos con un efecto particularmente negativo en las personas más jóvenes (y especialmente en niñas adolescentes).

4-Contrariamente a lo prometido, la vacuna del Covid-19 no detuvo la propagación ni la transmisión del virus y su aprobación respondió a un plazo arbitrario, a pesar de la advertencia científica de la probabilidad de eventos adversos. Fue una decisión política, no sanitaria, por lo que su obligatoriedad (y el pasaporte sanitario) no estaba respaldada por la ciencia, causando más daño que bien. No se informó adecuadamente sobre las lesiones que originaba y se deterioró la confianza pública en la seguridad de las vacunas. Obligar a ciudadanos sanos pisoteó las libertades individuales y no tuvo en cuenta la libertad médica. Además, la Administración no está siendo eficiente, justa ni transparente con las reclamaciones por las lesiones generadas.

5-Para poder sacar al mercado e implementar la inoculación de la vacuna experimental como único medio de control de la enfermedad, los funcionarios de salud pública participaron en un esfuerzo coordinado para ignorar la inmunidad natural, así como descalificaron otros fármacos eficaces ante la enfermedad.

6-Se ejerció la censura de la información no oficial relativa a la pandemia: los funcionarios de salud pública a menudo desinformaron a través de mensajes conflictivos, reacciones viscerales, demonizaciones (p.e., la fuga de laboratorio o las vacunas). A su vez, la Administración empleó métodos antidemocráticos y probablemente inconstitucionales, incluso presionó a las compañías de redes sociales para censurar contenidos.

7-Ha habido falta de eficacia y transparencia en el uso de fondos de los contribuyentes y de los programas de ayuda creados para abordar la pandemia de coronavirus, habiéndose cometido corrupción, estafas y abuso de forma generalizada.

8-La respuesta de la OMS a la pandemia de Covid-19 fue un "fracaso rotundo", y con su prospectivo y vinculante Tratado de Pandemias puede dañar la soberanía de un país como EE.UU.

El listado de hechos que hay que actualizar podría continuar, quien lo desee puede hincar el diente al informe. Para cerrar el texto de un tema que no debería prescribir, tres reflexiones:

Cabe preguntarse por qué en España a cinco años del año cero no se realiza una investigación y evaluación rigurosa y en profundidad de la gestión de la pandemia al estilo de la EE.UU. Muertes, pánico, recorte de derechos fundamentales, coerción médico-institucional, la situación colectiva de histeria, el miedo, la ansiedad o el qué dirán marcaron actitudes y comportamientos cuyas consecuencias aún hoy se pueden notar en cierta fractura social, en la economía, en el estado mental, en la salud de enfermos por Covid-19 y los vacunados contra Covid-19, en la desconfianza en las instituciones, etc. Más allá de la asunción de responsabilidades, la investigación servirá para corregir errores y marcar aciertos en caso de producirse alguna futura pandemia.

Segunda. Lo que eran bulos y fake news de muchos de aquellos etiquetados como negacionistas ahora está alineado con los hechos probados. En adelante, como ciudadanos deberíamos escuchar otras voces y otros ámbitos, aunque no concuerden con la narrativa del Estado, de los medios tradicionales, con los verificadores de información, con la mayoría de la sociedad ni con nuestra más arraigada ideología. Y hacerlo, siempre y en todo momento y para cualquier fuente, de manera crítica y distanciada, recordando que la urgencia del miedo es la peor consejera.

Pasadas más de dos semanas de la publicación de la investigación y sus resultados por parte del congreso de EE.UU., apenas hay repercusión en los medios de comunicación hegemónicos. Solo en algunos está descrita de pasada, ofreciendo apenas algún punto relevante pero inofensivo para la narrativa oficial. Únicamente medios externos al ecosistema tradicional han ofrecido la información de manera rigurosa y, afortunadamente, aquí también queda un registro. Esta es la tercera reflexión.

A partir de este punto, cada uno seguirá con sus cosas, pero como con el fotograma de El club de la lucha, ya no se podrá dejar de ver en adelante lo que no se ha visto.

Sergio Collado, periodista


Retractado el artículo que promovió la Hidroxicloroquina en COVID-19

 

El estudio dirigido por el microbiólogo francés Didier Raoult, que promovía el uso de la Hidroxicloroquina para tratar el COVID-19, ha sido finalmente retractado. El artículo, publicado en marzo de 2020 en la revista International Journal of Antimicrobial Agents, ha sido retirado el 17 de diciembre de 2024 debido a la falta de consentimiento informado de los pacientes y a otras presuntas fallas metodológicas. Da igual, es demasiado tarde.


El estudio sugirió que la combinación de Hidroxicloroquina y Azitromicina podía reducir la carga viral en pacientes con COVID-19, algo que posteriormente se demostró ineficaz y potencialmente peligroso para los pacientes. Pero es que, como todavía puede leerse, el estudio incluía 36 pacientes, 20 tratados con Hidroxicloroquina y 16 pacientes de control, y hubo un muerto en el grupo tratado, por ninguno en el control. Es decir, algo similar a lo que se vería después con la vacuna de Pfizer, que pese a producirse más muertos "por otras causas" en el grupo que la recibió, se aprobaría. Ciencia.

Ya en agosto de 2020 nos mostramos aquí excépticos con la Hidroxicloroquina, tras comprobar que alguno de los primeros pacientes fallecidos diagnosticados de COVID-19 llevaba tomándola años como tratamiento de la artritis, y eso no le había protegido. Decíamos: "Sí, es sólo un caso, pero ¿por qué pensar que lo que a él no le sirvió para prevenir la enfermedad iba a servirles a otros para tratarla?".

Empezaban a aflorar además ya entonces los casos de efectos adversos, que no eran pocos ni leves.

Pero en los tiempos de los comités de expertos "fantasmas" y del "algo hay que dar", la Hidroxicloroquina se aplicó a discreción, y ojo si no la conseguías. Luego vendrían los encierros, los tests, las PCRs, las vacunas, los pasaportes...

Con la perspectiva que da el paso del tiempo, todo aquello parece una larga película surrealista de terror de la que apenas queda una nebulosa en la memoria. Nuestro subconsciente tiende a olvidar los traumas como mecanismo de defensa para poder seguir en las otras luchas diarias.

Pero no fue un mal sueño, fue real. Nos robaron dos años de nuestras vidas en una guerra psicológica librada a través de los medios de desinformación, propaganda y manipulación. Dos años que nada ni nadie nos va a devolver. Dos años que no hay que olvidar, ni perdonar.


Los Amish están más sanos

 

Un estudio publicado en 2020 en el prestigioso BMJ traía una interesante conclusión: 

"Hay una prevalencia sustancialmente menor de diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia en los Amish en comparación con los caucásicos no Amish en los EE. UU".


La hipertensión o la hipercolesterolemia no son propiamente enfermedades, sino unos niveles de esos parámetros. En cambio la diabetes es una enfermedad en toda regla: una enfermedad autoinmune. Y la comparativa es elocuente:


Este es el comentario final del autor:

"Se desconocen las razones de estas diferencias de prevalencia, aunque probablemente se relacionen con características distintivas del estilo de vida y la comunidad Amish que pueden proteger la salud cardiometabólica, como los niveles relativamente altos de actividad física y la estructura cohesiva y de apoyo de la comunidad Amish".

Resulta cómico, pero también revelador, citar como posible causa de esos datos tan positivos la "estructura cohesiva de la comunidad" y no mentar "la bicha"...

Sí, vamos a decirlo, los Amish no se vacunan, y no sólo no muestran peor salud que los vacunados, sino que al parecer están mucho más sanos.

"El que tenga oídos para oir, que oiga" (Mateo 11:15).


¿Infección o disbiosis?

 

Teniendo en cuenta que el cuerpo humano está constituido por 10 billones de células y 100 billones de bacterias, deberiamos utilizar el término "infección" con un poco de prudencia, ya que en muchos casos el término más adecuado a utilizar sería el de "disbiosis"...

"Infección" se refiere a la invasión y multiplicación de un microorganismo patógeno en un organismo. Este microorganismo generalmente no forma parte de la flora normal, y puede desencadenar una respuesta inmune con síntomas como fiebre, dolor e inflamación.

"Disbiosis" describe un desequilibrio en la comunidad de microorganismos que ya viven en el organismo de forma normal. Esto puede implicar que algunas bacterias "buenas" disminuyan o que microorganismos "malos" se multipliquen en exceso, lo cual se asocia a problemas crónicos, alergias y enfermedades autoinmunes.

El término "disbiosis" fue acuñado a principios del siglo XX por el microbiólogo ruso Iliá Méchnikov, que ganó el Premio Nobel en 1908 por sus investigaciones en Inmunología.

Iliá Méchnikov

Méchnikov observó que ciertas bacterias intestinales producían toxinas y compuestos perjudiciales, y sugirió que su acumulación en el organismo podía contribuir al envejecimiento y al desarrollo de enfermedades crónicas. Su teoría era que un equilibrio adecuado en la flora intestinal era esencial para mantener la salud, mientras que un desequilibrio o "disbiosis" contribuía al deterioro corporal. 

Méchnikov propuso el consumo de ciertos alimentos fermentados, como el yogur, que contienen bacterias beneficiosas, para restablecer el equilibrio microbiano.

Lactobacillus bulgaricus

La fermentación láctica ya era utilizada por los tracios que vivían en la actual Bulgaria hace más de 8.000 años. Al parecer la descubrieron al transportar la leche fresca de oveja en sacos de piel de cabra. Así obtuvieron el yogur y el queso, los primeros alimentos probióticos del mundo.

La bacteria causante de la fermentación láctica, Lactobacillus bulgaricus, fue descubierta en 1905 por el doctor búlgaro Stamen Grigorov. Esta bacteria bloquea la proliferación de otras que son patógenas, con lo que efectivamente retrasa el proceso de envejecimiento del organismo humano, tal como defendía Méchnikov.

Isaac Carasso, nacido en 1874 en la ciudad griega de Salónica, y de origen sefardí, conoció el valor nutritivo del yogur en sus viajes por Bulgaria. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial se estableció en Barcelona y decidió comercializarlo bajo el nombre de Danone, en honor a su hijo Daniel.

La comercialización no fue fácil en un principio, pero la promoción de sus propiedades saludables por el premio Nobel de Medicina Méchnikov la impulsó, y se extendió por todo el mundo. 

Actualmente, el término "disbiosis" se refiere a un desequilibrio en la microbiota que puede estar asociado con una amplia gama de problemas de salud, incluyendo enfermedades digestivas, metabólicas, autoinmunes y trastornos mentales.

Confundir la disbiosis con una infección puede llevar a tratamientos incorrectos. Por ejemplo, usar antibióticos de amplio espectro para tratar una disbiosis puede empeorar el problema al eliminar aún más bacterias beneficiosas y desequilibrar más la microbiota. Suele ser más efectivo restaurar el equilibrio mediante cambios en la dieta, probióticos o prebióticos.

Hace unas décadas, resultaba de lo más común que ante una diarrea el médico prescribiera un medicamento, hoy retirado, compuesto de 3 antiinfecciosos intestinales:

Quizá hubiera sido más lógico recetar la toma unos días de yogur...

Por cierto, los Danones al principio se vendían en las farmacias. Como la Coca-Cola.


Recordando a Campoamor

 

"En este mundo traidor

nada es verdad ni mentira;

todo es según el color

del cristal con que se mira" 

Estos conocidos versos del poeta español Ramón de Campoamor ilustran la subjetividad de la percepción humana, sugiriendo que la verdad y la falsedad dependen del punto de vista de cada persona, o de las circunstancias desde las cuales se observa un hecho.

Irena Vlatkovic trabaja en BioNTech, y en un artículo de la revista Biomedicines glosaba las enormes posibilidades de la terapia de ARNm para desarrollar terapias de reemplazo, una vez abierta la veda para su uso con las vacunas COVID...


Al hablar de su investigación sobre la inmunogenicidad intrínseca de las nanopartículas lipídicas que contienen ARNm, Irena la consideraba beneficiosa para el desarrollo de vacunas ya que, según ella, esta propiedad intrínseca ayudaría a activar el sistema inmunológico.

Vlatkovic también reconocía que las nanopartículas lipídicas pegiladas pueden presentar toxicidad por las posibles reacciones inmunitarias debido a la formulación con polietilenglicol (PEG)...

Y fijaba la mirada en algo que nosotros ya habíamos identificado:

"Cuando se utiliza un lípido de PEG se pueden formar anticuerpos anti-PEG que conducen a la activación del complemento y, posteriormente, a la fagocitosis mediada por el complemento, lo que da lugar a un fenómeno de aclaramiento sanguíneo acelerado (ABC) o, en casos raros, puede producirse la liberación de múltiples mediadores secundarios, lo que conduce a una pseudoalergia relacionada con el complemento (CARPA)".

Reconocía que:

"Los anticuerpos anti-PEG obstaculizan la eficacia del ARN en nanopartículas lipídicas, especialmente tras dosis repetidas (como se requiere en aplicaciones que no son de inmunoterapia) y pueden conducir a mayores riesgos de seguridad".

Pero a pesar de la toxicidad potencial, justificaba su uso:

"Estos medicamentos están en uso ya que los beneficios de su aplicación superan significativamente los posibles problemas de seguridad".

Esto podría tener un pase si algún día sirven para tratar enfermedades como los déficits metabólicos, donde el riesgo podría considerarse justificado, pero... ¡¿en vacunas...?!

Irena Vlatkovic, desde la parte investigadora y comercializadora de la tecnología del ARNm, no veía problema en algo que a nosotros nos aterra: que se incite a personas sanas a que se inyecten un producto genético para prevenir una posible enfermedad, y que el propio producto les genere otra patología diferente. Lo que ella ve de color rosa, a nosotros nos parece negro...

Y con ese "nosotros" me refiero a quienes defendemos que el "Primum non nocere", junto con el respeto a la autonomía del paciente y el consentimiento informado, son los principios éticos que deben regir la atención médica.

(NOTA: Los principios éticos no salen en el CV.)


Repensando las vacunas contra los virus respiratorios

 

En medio de una nueva campaña de vacunación masiva frente a la gripe y el COVID, vamos a releer lo que el Dr Anthony Fauci, el gran pope actual de la medicalización, publicó como coautor a fines de 2022 en la revista Cell:


"Hasta la aparición de la COVID-19, la gripe había sido durante muchas décadas la enfermedad respiratoria viral prevenible por vacunación más mortal, una para la que solo se dispone de vacunas que no son óptimas. Sorprendentemente, poco ha cambiado con las vacunas contra la gripe desde 1957, cuando se administraron por primera vez en los programas nacionales de vacunación de los EE UU". 

"A lo largo de los años, las vacunas contra la gripe nunca han podido generar una inmunidad protectora duradera contra las cepas del virus de la gripe estacional, incluso contra las cepas no derivadas".

"Las vacunas actuales requieren una revacunación anual con formulaciones actualizadas que con frecuencia no coinciden exactamente con las cepas del virus circulantes".

"En 2022, después de más de 60 años de experiencia con las vacunas contra la gripe, se han observado muy pocas mejoras en la prevención de la infección mediante vacunas".

"A medida que han surgido cepas variantes del SARS-CoV-2, se han hecho evidentes deficiencias en estas vacunas que recuerdan a las vacunas contra la gripe. Las vacunas para estos dos virus muy diferentes tienen características comunes: generan una protección incompleta y de corta duración contra las variantes del virus en evolución que escapan a la inmunidad de la población".

"Los virus respiratorios mucosos no sistémicos con altas tasas de mortalidad han eludido hasta ahora los esfuerzos del desarrollo de vacunas".

Pareciera que, cual Saulo de Tarso, Fauci estuviera bajándose del burro de la hipervacunación...

"Los intentos fallidos del pasado de obtener una protección sólida contra los virus respiratorios de las mucosas, y de controlar los brotes y pandemias mortales que causan, han sido un fracaso científico y de salud pública que debe abordarse con urgencia..." 

Pero al final llega el esperado giro de guion... 

"Nos entusiasma y nos llena de energía que muchos investigadores y grupos de colaboración estén repensando, desde cero, todas nuestras suposiciones y enfoques pasados ​​para prevenir enfermedades virales respiratorias importantes y trabajando para encontrar nuevos y audaces caminos para el futuro".

La mirada de Fauci siempre va por delante de los acontecimientos.


Los efectos secundarios no existen

 

Esto defiende en Twitter Roman Bystrianyk...

"Una cosa en la que creo firmemente es que no existe nada parecido a un "efecto secundario". 

Todo lo que se introduce en el organismo produce efectos, y punto. Los resultados que el sistema médico considera deseables se etiquetan simplemente como lo que el medicamento "hace", mientras que cualquier cosa negativa se clasifica convenientemente como un "efecto secundario

Al relegar estos resultados adversos a la etiqueta de "efecto secundario", a menudo se los minimiza o, en algunos casos, se los pasa por alto por completoEsta distinción permite restar importancia a las consecuencias dañinas en lugar de reconocerlas plenamente".

Estas ideas están en línea con las que ya expuso el profesor Laporte:

"Lo que nos dice un ensayo clínico que concluye que tal medicamento es eficaz es "Oye, es más probable que esta variable que yo he medido mejore si das el fármaco que no si no lo das o si das un placebo", pero ahí una vez tú decides prescribir el fármaco puede ser que el paciente mejore, puede ser que el paciente ni mejore ni empeore, o puede ser que el paciente presente efectos adversos".

Roman Bystrianyk es coautor junto a Suzanne Humphries del libro Desvaneciendo Ilusiones

 

En él sostienen que la disminución de la mortalidad por enfermedades infecciosas no fue resultado del uso de vacunas ni antibióticos, sino que se debió a mejoras significativas en las condiciones de vida, como:

  • Mejoras en la higiene y el saneamiento, como los sistemas de agua potable y alcantarillado.
  • Mejoras en la alimentación de la población.
  • Mejoras en las condiciones laborales y reducción del hacinamiento en fábricas y ciudades.
  • Mejoras en educación sobre prácticas higiénicas.

Según los autores, estos factores fueron cruciales para la reducción de la mortalidad por enfermedades como el sarampión, la tuberculosis y la difteria, antes de que las vacunas y los antibióticos fueran ampliamente utilizados.

Por salirse del carril cuestionando los consensos científicos establecidos, todos ellos son hoy etiquetados de "negacionistas"...

Pero recordemos que cuando Ignaz Semmelweis, hoy considerado un héroe, propuso a los médicos en 1847 la higiene de manos para prevenir infecciones en los partos, éstos se ofendieron y lo ridiculizaron.

El rechazo inicial a las ideas de Semmelweis, a pesar de la evidencia empírica que las respaldaba, es el origen del término "reflejo de Semmelweis", usado para describir la reacción automática de rechazar nuevas ideas sin examinarlas adecuadamente, especialmente cuando desafían el conocimiento convencional.

Libertad frente a censura

 

En España, la legislación actual establece que la vacunación no es obligatoria, según lo dispuesto en la Ley de Autonomía del Paciente, que garantiza el derecho a decidir sobre los tratamientos médicos, incluida la vacunación. 

Este principio de libertad sanitaria ha sido un tema de debate durante la pandemia de COVID-19, junto con el papel de las plataformas digitales como YouTube o Twitter. La reciente muerte de Susan Wojcicki, ex-CEO de YouTube encargada de moderar contenidos relacionados con temas polémicos como las vacunas, ha generado controversia sobre la influencia de estas grandes plataformas en la difusión de información crítica o contraria a la vacunación.

Tras su adquisición por Elon Musk, Twitter ha resurgido como un espacio más abierto para el debate en un mundo cada vez más digital y polarizado, donde la protección pública y la libertad individual pugnan en difícil equilibrio.

El choque entre la libertad de decisión y el control de la información en las plataformas digitales plantea un dilema sobre los límites de la censura y el derecho a la información, especialmente en temas sensibles como las políticas de salud.

En este blog creemos que la salud de una sociedad se mide por su capacidad para fomentar la libre circulación de ideas. Y sólo cuando cada individuo tiene el derecho de elegir y cuestionar, sin miedo a la censura o la imposición, se construye una comunidad verdaderamente libre.


Distribución sanguínea de las vacunas de ARNm (II)

 

Continuamos analizando el estudio australiano publicado en septiembre en la revista de nanociencia y nanotecnología ACS Nano, que sigue la evolución en la sangre de las nanopartículas lipídicas de la vacuna de ARNm de Moderna:

Al leerlo debemos tener en cuenta que el PEG está en la superficie de la nanopartícula lipídica, y el ARNm todavía está dentro, así que lo analizado ocurre antes de que la vacuna "actúe" mediante la transfección de ARNm a células para que generen proteína espiga, y que ésta a su vez genere la producción de anticuerpos antiespiga, que es el objetivo de la vacuna. 

El artículo revela que las cantidades máximas de nanopartículas lipídicas detectadas en la sangre tienen correlación positiva con la posterior expansión de anticuerpos anti-PEG, al estimular el PEG a los linfocitos B para producirlos. Esto es un funcionamiento normal del sistema inmune.

Pero el estudio también revela que la tasa de descomposición de las nanopartículas lipídicas de ARNm no se ve influenciada por los niveles de anticuerpos IgG anti-PEG. Esto indica que los anticuerpos IgG anti-PEG no son opsonizantes: no hacen que los monocitos las fagociten y degraden, algo que sí se ha observado en la eliminación de fármacos pegilados como el Caelyx.

Esto es una importante novedad, ya que las nanopartículas de la vacuna inyectadas estimulan a los linfocitos B a producir anticuerpos IgG anti-PEG, que se unen a ellas pero no las eliminan, y siguen circulando por la sangre.

Este trabajo coincide en el tiempo con nuestra última publicación en zenodo, en la que proponemos la existencia de un síndrome anti-PEG que cursa con activación del complemento y que conduce a inmunotrombosis, un mecanismo patológico observado en un número creciente de casos, y que estaría ligado como efecto adverso a excipientes con PEG y polisorbatos usados también de forma creciente en las terapias biotecnológicas. 

Y lo que describe el estudio australiano está en línea con esta propuesta. Los anticuerpos IgG anti-PEG no son opsonizantes, pero sí que pueden activar el sistema del complemento, que es un conjunto de proteínas plasmáticas que trabajan en conjunto para ayudar a eliminar patógenos, y que pueden tener efectos proinflamatorios y trombóticos en distintos órganos.

Desde una perspectiva inmunológica, el artículo confirma ese papel inusual, e incluso "anómalo", de los anticuerpos anti-PEG en el contexto de una respuesta inmunitaria convencional, porque:

  • El PEG de las nanopartículas no es un patógeno, pero desencadena la producción de anticuerpos.
  • Estos anticuerpos no favorecen la eliminación del antígeno (el PEG de las nanopartículas) por los monocitos a través de mecanismos estándar como la opsonización por IgG.
  • La presencia de estos anticuerpos puede tener efectos negativos en algunas personas, lo que contrasta con la idea de que los anticuerpos siempre protegen al organismo.

Todo esto podría ser el resultado de la introducción en el organismo de unas sustancias artificiales como el PEG y sus derivados, relacionados químicamente con materiales biológicos presentes en microorganismos, pero para las que el sistema inmune no tiene una respuesta adecuada.

La publicación es una muestra de la inquietud reinante sobre la seguridad en el uso farmacéutico de la nanotecnología, y un estímulo para seguir investigando en este campo.


Distribución sanguínea de las vacunas de ARNm (I)

 

ACS Nano es una prestigiosa revista científica publicada por la American Chemical Society (ACS) y centrada en la nanociencia y la nanotecnología. El número del 19 de septiembre trae un interesante estudio australiano sobre la cinética en sangre de la vacuna bivalente de ARNm de Moderna, y su impacto tanto en la inmunogenicidad de la vacuna como del polietilenglicol (PEG). 

La Farmacocinética es el estudio de cómo el cuerpo absorbe, distribuye, metaboliza y elimina un fármaco, es decir, describe el recorrido que sigue un medicamento dentro del organismo, desde el momento en que se administra hasta que es eliminado. 

La Farmacocinética descrita en el artículo de ACS Nano para la vacuna Spikevax nos muestra que las nanopartículas lipídicas con el ARNm en su interior no permanecen en el sitio de inyección, sino que circulan por el torrente sanguíneo siendo detectables hasta 14-15 días, y alcanzando niveles máximos en sangre el día 1-2 tras la vacunación. 

Esta rápida diseminación de las nanopartículas lipídicas del ARNm en la sangre es consistente con los hallazgos recientes sobre la detección de ARNm en la leche materna a las 3-45 h posteriores a la vacunación, y los niveles detectados en plasma hasta 14-15 días después de la vacunación son coincidentes con los de estudios transversales y de autopsias recientes.

Según el artículo, la vía preponderante por la cual la vacuna llega al torrente sanguíneo es a través de la absorción directa desde los capilares sanguíneos del músculo deltoides en el que se inyecta. Esto ocurre rápidamente después de la inyección, con las nanopartículas lipídicas y el ARNm detectables ya en la sangre dentro de las 4 horas posteriores a la vacunación. No es de extrañar teniendo en cuenta la buena irrigación sanguínea de los músculos del hombro:


Son datos que echan por tierra definitivamente el mantra tan repetido al inicio del uso de esta nueva tecnología de ARNm, que defendía que las nanopartículas lipídicas inyectadas se quedaban en el músculo y los ganglios linfáticos cercanos, y no llegaban a otros órganos del cuerpo bien irrigados como el corazón o el cerebro.

Se estaban confundiendo los deseos con la realidad, y en poco tiempo la Farmacovigilancia empezó a aflorar efectos adversos tras su administración como miocarditis e ictus, que ahora se van explicando.


En un próximo análisis abordaremos lo relativo al componente PEG de estas vacunas y a los anticuerpos anti-PEG, de gran interés para nosotros, y de los que también trata el artículo. 

Bimervax: la vacuna catalana para refuerzo COVID

 

Los rumores están a punto de confirmarse: la farmacéutica gerundense Hipra se llevará una parte importante del pastel en la próxima campaña de vacunación COVID...

Hipra dispondrá de una vacuna adaptada a la variante JN.1 cumpliendo así con las nuevas recomendaciones de la EMA que proponen actualizar la composición de las vacunas para la próxima campaña de vacunación de otoño.

Según la EMA, la variante JN.1 desbancó entre diciembre de 2023 y enero de 2024 a nivel mundial a la familia de variantes XBB que circulaba anteriormente. JN.1 pertenece a la familia BA.2.86 (conocida como Pirola) de subvariantes Ómicron.

El secretario de Estado Javier Padilla ya informaba en julio en Gaceta Médica que Sanidad iba a adquirir unos 3 millones de dosis de Bimervax en el marco de compra conjunta europea, además de 6,5 millones de dosis de Comirnaty de Pfizer para dar continuidad al contrato adquirido previamente.

A diferencia de los productos de tecnología de ARNm de Pfizer y Moderna, la de Hipra es una vacuna más tradicional que contiene directamente proteína S recombinante, junto con el adyuvante SQBA a base de escualeno, polisorbato 80 y trioleato de sorbitán. Está indicada como refuerzo para personas mayores de 16 años que hayan recibido previamente una vacuna COVID-19 de ARNm. 

Bimervax no requiere congelación y al parecer se distribuirá en jeringas monodosis. Todo apunta a que este año se han puesto las pilas en Gerona y van a llegar a tiempo para el inicio de campaña. La posible perjudicada podría ser la vacuna de Novavax

La noticia está pendiente de hacerse oficial.


La vacuna de ARNm contra la viruela del mono está en camino

 

Con esta bonita infografía ilustra la revista Cell los resultados en ratones y macacos de BNT166, la nueva terapia génica de los visionarios de BioNTech...

El laboratorio alemán inició el diseñó de la BNT166 en respuesta al brote de viruela del mono (mpox) de 2022, de origen no aclarado.

En el Mundo se alarman porque España concentra el mayor número de casos de la UE y es donde más crecen las infecciones, y en el titular se dice que las nuevas infecciones de mpox se dan en personas sin vacunar...

Por una vez, tienen razón. Y es que nadie está vacunado cotra la viruela del mono, porque como ya contamos aquí, la vacuna de la que hablan es la vacuna contra la viruela humana autorizada en Europa por la EMA desde 2013 con el nombre comercial de IMVANEX...

La FDA de Estados Unidos autorizó esta misma vacuna en 2019 con el nombre comercial de JINNEOS para la prevención de la viruela humana y la viruela del mono, ya que se afirma que previene el 85% de los casos de viruela del mono, pero no es específica para ese virus.

Según Sanidad, de las 40.610 personas que recibieron la 1ª dosis, sólo 20.900 (50%) completaron la pauta con la 2ª dosis, a pesar de pertenecer al grupo de mayor riesgo, que son los hombres que tienen sexo con hombres.

Y según un análisis llevado a cabo por la SEIMC sobre el brote de viruela del mono de 2022 en España, el 40% de los pacientes con mpox presentaban, además, infección por VIH.

Aquí vimos que ya en 1960 empezaron en USA a experimentar con el virus de la viruela humana en monos...

Aquí hablamos de que la vacuna COVID española de CSIC-Biofabri (abandonada) utilizaba como vehículo para introducir la proteína Spike del SARS-CoV-2 en el ser humano nada menos que un virus inactivado de la familia de la viruela, y como animales de experimentación, monos. 

Aquí señalamos que la vacuna de AstraZeneca utilizaba como vehículo un adenovirus de chimpancé, y que la de Sinopharm contenía un virus cultivado en células de riñón de mono verde africano.

Monos, viruela, laboratorios, vacunas...


Aceite de ricino polioxietilenado


El aceite de ricino se obtiene de las semillas de la planta Ricinus communis...

Haciendo reaccionar cada parte (mol) de aceite de ricino con 35 partes de óxido de etileno se obtiene el aceite de ricino polioxietilenado, conocido como Cremophor y hoy rebautizado como Kolliphor. En él, los grupos hidroxilo del triglicérido de aceite de ricino se han etoxilado con el óxido de etileno para formar éteres de polietilenglicol (PEG). 

El proceso es el mismo que con los utilizadísimos polisorbatos, que se forman a partir de sorbitán, un derivado del sorbitol, y de ácidos grasos en los que el óxido de etileno introduce varias cadenas de PEG:


El componente PEG es parte integral de la estructura química del Cremophor y de los polisorbatos, y es el que les confiere sus propiedades emulsionantes y solubilizantes. Por contener cadenas de PEG, ambas sustancias también generan como respuesta inmune los mismos anticuerpos anti-PEG, que pueden reaccionar con los excipientes en una siguiente administración.

El Cremophor es el excipiente del que un día fue un fármaco revolucionario en el tratamiento del cáncer: el Paclitaxel (Taxol), que a su vez se extraía de la corteza del árbol Taxus brevifolia, el tejo del Pacífico. En su momento fue el fármaco oncológico más caro. Hoy se obtiene por síntesis química, hay genéricos y es barato...

Uno de los problemas del Taxol eran y son sus reacciones adversas, en gran parte debidas al Cremophor. Los síntomas incluyen opresión en el pecho, falta de aire y otros propios de reacciones anafilácticas graves. El Cremophor también puede causar daño endotelial en los vasos sanguíneos, lo que puede desencadenar eventos trombóticos y vasculitis...

Son reacciones que hoy nos resultan familiares, ahora que tras la masiva vacunación COVID los anticuerpos anti-PEG están presentes en casi toda la humanidad. 

Da vértigo.

Lucija Tomljenovic: David contra Goliat

 

La Farmacovigilancia es la rama de la Farmacología dedicada a la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos y cualquier otro problema relacionado con la seguridad de los medicamentos, por lo que está en estrecha relación con la Toxicología.

A pesar de su papel tan importante para la Salud Pública, el trabajo en Farmacovigilancia suele ser ingrato y poco reconocido, y sus investigadores se enfrentan a menudo a varios obstáculos... 

El más evidente es el de las presiones de la todopoderosa Industria Farmaceútica y sus lobbies, cuyos tentáculos llegan a los medios de comunicación, gobiernos, colegios profesionales, sociedades científicas, revistas e incluso a las asociaciones de pacientes. 

Otro obstáculo a superar es el hecho de que los trabajos de Farmacovigilancia involucran complejos análisis de datos y evaluaciones de riesgos, y los resultados no siempre pueden ser categóricos. Las revistas los escudriñan al detalle y ante la mínima duda rechazan su publicación. 

La Administración, que debería apoyarlos, no suele ponerse de inicio de parte de los investigadores, sino que suele ponerse a la defensiva, seguramente para cubrir sus posibles responsabilidades. Un claro ejemplo histórico fue el caso de la Talidomida.

Y los medios de desinformación siempre están prestos para lanzarse al cuello de los investigadores tachándolos de negacionistas, antivacunas, terraplanistas y otras lindezas, siguiendo la voz de su amo. Pese a todo, hay gente valiente que dice lo que piensa sin miedo a la jauría: 

Lucija Tomljenovic

Lucija Tomljenovic forma parte del Grupo de Investigación de Dinámica Neuronal de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Canadá. Su trabajo se ha centrado en comprender el papel de los adyuvantes de aluminio en las vacunas, y su posible impacto en las manifestaciones clínicas autoinmunes en individuos genéticamente susceptibles. Un ejemplo es su artículo crítico con el uso de un placebo con adyuvante de aluminio en el ensayo de la vacuna contra el papiloma Gardasil (Merck), algo que ya denunció Peter Doshi.

Más controvertida es su hipótesis de que los adyuvantes de aluminio en las vacunas podrían estar relacionados con el desarrollo del autismo. Según ella, "muchos estudios muestran evidencia de que la exposición acumulativa a adyuvantes de aluminio no es tan benigna como se suponía anteriormente. Dado que las vacunas son la única intervención médica que llega a cada ser humano vivo en la Tierra, y que la mayor población objetivo para la vacunación son los niños sanos, parece justificada una mejor apreciación y comprensión de los riesgos de los adyuvantes de las vacunas".

Según Tomljenovic, "estudios en gemelos han demostrado que los factores ambientales comunes representan el 55% del riesgo de desarrollar autismo, mientras que la susceptibilidad genética explica solo el 37% de los casos. Debido a que el entorno prenatal y el entorno postnatal temprano son compartidos entre gemelos y debido a que los síntomas evidentes del autismo emergen alrededor del final del primer año de vida, es probable que al menos algunos de los factores ambientales que contribuyen al riesgo de autismo ejerzan su efecto neurodesarrollador dañino durante este período temprano de la vida".

"De hecho, ahora ha surgido evidencia que sugiere que el autismo podría resultar en parte de agresiones inmunológicas tempranas inducidas por xenobióticos ambientales. Uno de los xenobióticos más comunes, conocido por sus propiedades inmunoestimulantes y neurotóxicas, al que los niños menores de dos años están rutinariamente expuestos en todo el mundo, es el adyuvante de aluminio presente en las vacunas".

"Debido a la estrecha conexión entre el desarrollo del sistema inmunológico y el sistema nervioso central, es necesario considerar cuidadosamente la posibilidad de que la sobreestimulación inmunológica en la infancia temprana a través de las vacunas pueda jugar un papel en los trastornos neuroconductuales".

Sobra decir que esta posición es minoritaria en la comunidad científica. El consenso general entre los expertos en Salud Pública es que las vacunas son seguras y efectivas, y que no hay evidencia suficiente para establecer una relación causal entre los adyuvantes de aluminio y el autismo. Amén.