Proteína S y proteína BRCA1

Las células de nuestro organismo están continuamente dividiéndose y replicando su ADN, proceso no exento de errores (mutaciones) que si no se reparan pueden conducir a un crecimiento incontrolado, es decir, a un cáncer.

BRCA1 es una proteína que forma parte del sistema de detección y reparación de los daños del ADN humano. Su nombre viene de "breast cancer 1" (cáncer de mama 1), y es también el nombre del gen que codifica esta proteína. A través de ella, el gen puede regular el ciclo celular y evitar la proliferación incontrolada, actuando así como un "supresor de tumores". 

Por contra, un gen BRCA1 mutado produce una proteína anómala incapaz de ayudar a corregir los errores. De ahí por ejemplo que mujeres portadoras de mutaciones en el gen BRCA1 tengan mayor riesgo de padecer cáncer de mama, y que el estudio de la presencia de estas mutaciones sea habitual en Oncología. 

​En octubre de este año 2021, un estudio "in vitro" publicado en la revista Virus afirma que la proteína S de longitud completa del SARS-CoV-2 puede obstaculizar el reclutamiento de la proteína BRCA1 e inhibir la reparación del daño del ADN, lo que de confirmarse "in vivo" podría tener graves consecuencias a medio y largo plazo en el caso de que la proteína S se diseminara y persistiera en el organismo. 

Cada célula humana contiene unos 42 millones de moléculas proteicas. Todo un microuniverso en gran parte desconocido.


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