Miofascitis macrofágica y aluminio



Los pacientes con miofascitis macrofágica (MMF) presentan mialgias, artralgias, debilidad muscular, fatiga crónica, astenia, fiebre y disfunción cognitiva. Estos signos y síntomas suelen desarrollarse lentamente durante varios meses.

El caso de la MMF y su relación con el hidróxido de aluminio es muy ilustrativo de lo que cuesta establecer la toxicidad de las vacunas. Ante una consulta de 2004 sobre un caso de alergia al citado compuesto, la respuesta de la AEV (Asociación Española de Vacunología) fue que según la OMS "no existe evidencia de asociación entre la MMF y las vacunas conteniendo aluminio, y que la persistencia de macrófagos conteniendo aluminio en el lugar de la inyección vacunal no está asociada con síntomas clínicos específicos o con la enfermedad".

Diez años antes, en 1993, esta nueva patología había sido descubierta por el doctor francés Romain Gherardi, Jefe de Departamento de Patología Neuromuscular del Hospital Henri-Mondor de Créteil, París. La MMF presentaba desconcertantes similitudes con otros síndromes hasta entonces inexplicados como el síndrome de fatiga crónica y el síndrome de la Guerra del Golfo.

Romain Gherardi

Y en 1998, el equipo de Gherardi había identificado su causa: el hidróxido de aluminio contenido como adyuvante en las vacunas contra la hepatitis B, que habían empezado a inocularse masivamente en Francia en esa época. Claro que justo desde ese momento las revistas científicas empezaron a rechazar sus artículos, y vio recortada su financiación. Mentar la palabra "vacuna" cerraba puertas...

Pese a todo, él continuó con sus investigaciones y logró publicarlas, y hoy en día el portal sobre enfermedades raras y medicamentos huérfanos Orphanet define la miofascitis macrofágica como una enfermedad poco frecuente adquirida del músculo esquelético caracterizada por la infiltración del epimisio, el perimisio y el endomisio perifascicular por macrófagos con inclusiones cristalinas compuestas de sales de aluminio localizadas en el sitio de inyección de una vacuna.

Gherardi, ahora reconocido y premiado, ha plasmado recientemente su odisea en el libro "Toxic Story. Les dangers de l'aluminium dans les vaccins", publicado de momento sólo en francés... 

En él conecta la MMF con el síndrome ASIA descrito por Shoenfeld.


Síndrome ASIA en perspectiva

 

La revista de Inmunología Clínica y Experimental trae en su número de julio una revisión sobre el síndrome autoinmune/inflamatorio inducido por adyuvantes (ASIA).

El artículo resume los efectos de los adyuvantes informados en la literatura médica antes y después de que se definiera ASIA, las diversas formas en que ASIA puede manifestarse e impactar diferentes sistemas del cuerpo y la incidencia de ASIA durante y tras la pandemia de COVID-19. 

El síndrome ASIA fue presentado en 2011 por Shoenfeld y Agmon-Levin, pero los casos de pacientes con síntomas clínicos vagos e inespecíficos después de la vacunación habían aparecido ya desde los años 90, informándose de diversos trastornos autoinmunes tras diferentes vacunas. 

Así, se habían documentado casos de neuritis óptica y mielitis tras la vacuna antitetánica, y casos de vasculitis, artritis reactiva y síndrome de Guillain-Barré tras la de la gripe. Desde entonces y hasta hoy, la vacuna contra la hepatitis B es la más asociada con trastornos autoinmunes como eritema nodoso y poliartritis, trombocitopenia inmune, miastenia gravis, uveítis, artritis, lupus eritematoso sistémico (LES) y trastornos de desmielinización del SNC, entre otros.

La introducción de ASIA venía a definir, ordenar y unir la variedad de síntomas de autoinmunidad causados ​por los adyuvantes, sobre todo los de aluminio, buscando una mejor comprensión para un diagnóstico adecuado y un tratamiento temprano de unos trastornos que se asocian con casi todos los sistemas del cuerpo.

Según el artículo, la respuesta inmune innata y adaptativa que caracteriza al síndrome de ASIA engloba hoy un conjunto de 5 condiciones: 

  • Autoinmunidad inducida por la vacunación
  • Síndrome de miofascitis macrofágica
  • Síndrome del edificio enfermo
  • Síndrome de la Guerra del Golfo
  • Siliconosis (síndrome adyuvante por implante de prótesis mamarias)
Los casos más graves de ASIA se han asociado con la vacuna del virus del papiloma humano y la de la gripe estacional, los implantes de silicona y los rellenos de aceite mineral. 

En los últimos años también han proliferado los informes que describen síntomas similares a los de ASIA tras las vacunas COVID-19.


Autismo e Internet seguro

 


¿Internet es bueno o malo? Pues depende del uso que se le de, claro está. Es evidente que la llegada de Internet ha tenido un impacto radical en la sociedad:

  • En lo positivo, Internet facilita el acceso a la información y la educación en línea, permite la comunicación instantánea y el desarrollo profesional a distancia, y posibilita el auge del comercio electrónico.
  • En lo negativo, destacan los problemas de privacidad y seguridad, la desinformación y los problemas de adicción y dependencia, pues su abuso puede llevar a la desconexión social.

Todo esto cobra un especial relieve en las personas diagnosticadas de un trastorno del espectro autista (TEA), que experimentan el mundo de una forma diferente al resto.

Si los riesgos mencionados pueden agravarse en las personas con este problema, no es menos cierto que también las experiencias online pueden resultarles beneficiosas, tanto a ellas como a sus familias.

En este sentido, Internet y la tecnología pueden considerarse como herramientas terapéuticas, que al igual que las farmacológicas pueden proporcionar unos beneficios, pero con riesgos asociados.

En este enlace: Guía útil de seguridad en línea para personas con autismo, se proporciona una muy buena información sobre esos beneficios y riesgos del mundo digital con el que estos niños muestran una afinidad tan natural.

Ojalá las guías sobre las terapias farmacológicas y las páginas de las asociaciones de pacientes y sociedades científicas tuvieran el enfoque de esta guía en cuanto a transparencia y objetividad, sin sesgos comerciales, con un nítido interés en el uso terapéutico y educativo, y a la vez seguro, de los recursos de la red.

En el campo de la comunicación en salud queda mucho por aprender y mejorar, pues prácticamente la industria farmacéutica la monopoliza a su favor.


Imágenes que valen más que mil palabras


La búsqueda en PubMed "covid 19 vaccines adverse effects" proporciona más de 7.000 artículos. Teniendo en cuenta que en las revistas científicas sólo se recoge una mínima parte de la casuística, la cifra es ilustrativa del fenómeno iatrogénico al que asistimos, generador de un volumen de datos cuya lectura completa llevaría varios años, desbordando la capacidad humana. 

En este contexto, hay imágenes que hablan por sí solas, como esta infografía sacada de un artículo que se centra sólo en los múltiples efectos adversos neurológicos con componente autoinmune:

Estando en la era de las enfermedades autoinmunes, constatar que la introducción de unos nuevos productos biotecnológicos provoca semejante abanico de efectos adversos de esta misma índole, todos ya conocidos, puede estar poniendo en evidencia el fracaso de la Farmacovigilancia.

Porque llevamos ya bastantes años en los que muchos otros fármacos biotecnológicos, no solo vacunas, se han ido introduciendo en el arsenal terapéutico sin que hayan tenido un foco mediático equiparable a los del COVID, y su toxicidad relacionada con la autoinmunidad ha podido pasar desapercibida.

Este otro artículo abarca efectos adversos que van desde reacciones de hipersensibilidad hasta trombosis y trombocitopenia, y se centra en la composición de los dos tipos de vacunas para COVID-19 más usados: 





Polietilenglicol, Trometanol, Polisorbato 80... empiezan a ser ya también "sospechosos habituales" en el campo de la iatrogenia, cuando hasta hace poco eran perfectos desconocidos gracias al ambiente de confianza ciega en la seguridad de los medicamentos que se viene respirando en el ambiente sanitario.

Abrir los ojos a la luz siempre resulta doloroso.


Nomenclatura usada en Comirnaty

 

La ficha de Comirnaty, la vacuna de ARNm de Pfizer/BioNTech, contiene nada menos que 584 páginas. Ciertamente son muchas, y la razón está en lo que se va acumulando en ella. Haciendo un poco de memoria: 

  • Su nombre en clave en la fase de desarrollo y ensayos fue BNT162b2.
  • El producto que se distribuyó luego mundialmente recibió el nombre internacional de TOZINAMERAN, bajo la marca Comirnaty. TOZINAMERAN es ARNm que teóricamente codificaría la proteína S del primer SARS-CoV-2, el de Wuhan. 
Posteriormente:
  • Para la subvariante ómicron BA.1 se sintetizó otro ARNm que se llamó RILTOZINAMERAN, y que se incluyó junto con TOZINAMERAN en una versión bivalente de la vacuna. 
  • Para la subvariante ómicron BA.4-5 se sintetizó otro ARNm que se llamó FAMTOZINAMERAN, y que formó parte junto con TOZINAMERAN de otra vacuna bivalente. 
Todos estos productos se consideran ya obsoletos.
  • La vacuna actual contiene RAXTOZINAMERAN sólo, que es ARNm que codifica la proteína S de la subvariante ómicron XBB.1.5.

La nomenclatura consiste por tanto en añadir al TOZINAMERAN original distintos prefijos.

Cada nuevo producto se incorpora a la ficha, que se va actualizando, también en el apartado de los efectos adversos. Para el caso de las miocarditis, desde la comercialización de las bivalentes la ficha ya ha incorporado los casos con desenlace mortal, que se asocian a todas las Comirnaty, desde la primera hasta la última. 

Dado que las distintas Comirnaty contienen varios ARNm diferentes, el hecho de que compartan el mismo efecto adverso podría indicar que lo peligroso es el propio ARNm en sí mismo, o bien apuntar a los excipientes comunes a todas ellas.

La complejidad de estos productos es enorme, pues ya vimos que su proceso de fabricación involucra a bacterias, plásmidos de ADN, enzimas, antibióticos, lípidos complejos, PEG, etc. Esto hace que sea posible que se solapen varios mecanismos implicados en los efectos adversos.

Como venimos publicando, nuestra principal sospecha en el caso de las miocarditis recae en los PEGs usados como excipientes, actuando a través de los anticuerpos anti-PEG y la activación del complemento, el mismo mecanismo que el de las pseudoalergias.


CDC: Consideraciones sobre miocarditis y pericarditis

 


La actualización del 10 de octubre de las consideraciones clínicas sobre miocarditis y pericarditis después de recibir la vacuna COVID-19 entre adolescentes y adultos jóvenes de los CDC señala:

"Se han observado casos raros de miocarditis y pericarditis después de la vacunación contra el COVID-19 en los Estados Unidos, y la evidencia de múltiples sistemas de monitoreo de seguridad de las vacunas en los Estados Unidos y en todo el mundo respalda una asociación causal entre las vacunas de ARNm contra el COVID-19 (es decir, Moderna o Pfizer -BioNTech) y miocarditis y pericarditis.

La miocarditis es la inflamación del músculo cardíaco y la pericarditis es la inflamación del revestimiento exterior del corazón; La miopericarditis es cuando tanto la miocarditis como la pericarditis ocurren al mismo tiempo. En estas condiciones, la inflamación ocurre en respuesta a una infección o algún otro desencadenante. Los CDC han publicado definiciones de casos de miocarditis y pericarditis .

Aunque los casos de miocarditis y pericarditis son raros, cuando se han producido, se han observado con mayor frecuencia en varones adolescentes y adultos jóvenes dentro de los 7 días posteriores a recibir la segunda dosis de una vacuna de ARNm contra la COVID-19; sin embargo, también se han observado casos en mujeres, en otros grupos de edad y después de otras dosis.

La gravedad de los casos de miocarditis y pericarditis puede variar; la mayoría de los pacientes con miocarditis después de la vacuna de ARNm contra la COVID-19 han experimentado una resolución de los síntomas al alta hospitalaria. Los CDC han publicado estudios  con información clínica sobre miocarditis y pericarditis después de la vacunación contra el COVID-19.

Los datos de los ensayos clínicos de la vacuna Novavax COVID-19 y el seguimiento de la seguridad de la vacuna posterior a la autorización fuera de los Estados Unidos sugieren un mayor riesgo de miocarditis y pericarditis después de la vacuna Novavax".

Este efecto adverso común sugiere la existencia de un factor de riesgo común tanto en las vacunas que inyectan ARNm microencapsulado (Moderna y Pfizer-BioNTech) como en la que inyecta proteína Spike (Novavax), como ya planteamos aquí.

Dado que las primeras contienen PEG y la segunda polisorbato 80, y que existe reactividad cruzada entre ambos debido a los restos =CH2-CH2 y =CH2-CH2OH que comparten, nuestra teoría es que la base de las miocarditis puede ser la misma que las de las reacciones pseudoalérgicas (CARPA) observadas tras la inoculación.

Según ésto, la reacción tanto de los PEGs como del polisorbato con los anticuerpos anti-PEG generados en inyecciones previas, daría lugar a la formación de complejos inmunes que activarían el complemento. Y esa activación a nivel sanguíneo podría afectar a cualquier órgano irrigado.

Miocarditis, ictus e infartos serían su consecuencia.


Pseudoalergia por fármacos biotecnológicos


El artículo Anafilaxia causada por vacunas de la revista Alergia México señala que las vacunas pueden presentar efectos adversos mediados por mecanismos de hipersensibilidad, pero a diferencia de lo que sucede con la mayoría del resto de medicamentos, aquí el principio activo rara vez es el responsable; es más frecuente que las reacciones indeseadas a las vacunas se deban a los excipientes. 


La anafilaxia por excipientes de fármacos empieza a ser un asunto de preocupación. En una reciente publicación se señala que los informes de anafilaxia al polisorbato 80 (E 433) aparecen repetidamente en la literatura, también descritos como reacciones de reacción cruzada con polietilenglicol (PEG).

Sin embargo, la mayoría de las reacciones anafilácticas a ambos escapan al concepto conocido de alergia, pues no están mediadas por IgE, sino que la activación del complemento mediada por anticuerpos anti-PEG sería la que está detrás de ellas. Estamos por tanto ante una pseudoalergia relacionada con la activación del complemento (CARPA).

Jano Szebeni explica bien el CARPA en el siguiente artículo: "Pseudoalergia relacionada con la activación del complemento: una reacción de estrés en la sangre provocada por nanomedicinas y productos biológicos".

En la revista Vaccines se estudian en Singapur tres pacientes que desarrollaron reacciones anafilácticas después de recibir la vacuna Pifzer BNT162b2. En todos los sujetos se detectaron anticuerpos IgM e IgG, pero no anticuerpos IgE contra la vacuna Pfizer BNT162b2.

  • "Observamos que el curso clínico de estos tres pacientes es de naturaleza prolongada, carece de hipotensión como característica, tiene tendencia a la recurrencia de los síntomas y requiere al menos 4 a 7 días de dosis moderadas a altas de corticosteroides". 
  • Todos los pacientes tenían niveles elevados de C3a que disminuyeron con el tiempo, mientras que los niveles de triptasa se mantuvieron normales, lo que respalda las reacciones pseudoalérgicas como mecanismos potenciales a través de una pseudoalergia relacionada con la activación del complemento (CARPA). 

  • "La presencia de IgG alta contra PEG y la vacuna Pfizer BNT162b2 en el Paciente 2 y de IgG/IgM alta contra PEG y la vacuna Pfizer BNT162b2 en el Paciente 3, y la falta de anticuerpos IgE sugieren que las reacciones podrían ser inducidas por anti-anticuerpos PEG preexistentes".
  • "La reacción del paciente 1 podría ser inducida directamente por la nanopartícula lipídica de la vacuna que activa el sistema del complemento, ya que tanto los anticuerpos contra PEG como la vacuna Pfizer BNT162b2 son bajos".

Conclusión: "En conjunto, proponemos que estos casos de anafilaxia descritos estén impulsados ​​por una pseudoalergia relacionada con la activación del complemento (CARPA), en lugar de los mecanismos clásicos mediados por IgE".



Ahora, con una vacuna basta

 

Según informa la agencia EFE"la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció hoy que ya solo recomendará una dosis de cualquiera de las vacunas para protegerse del COVID-19, tras casi tres años de campaña global de inmunización, incluso para las inicialmente diseñadas para doble dosis, como las de Moderna o Pfizer".

Claro que algunos todavía estamos esperando que se nos explique la base de ese presunto diseño: si lo que se inyectaba era directamente el ARNm, ¿para qué servía una 2ª dosis?

"Una sola dosis es suficiente para la inmunización primaria, dado que mucha gente ha tenido previamente al menos una infección" (de covid), señaló en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al anunciar este cambio de estrategia.

Pero si esa gente ha pasado la infección, tendrá ya inmunidad natural... ¿Para qué entonces la vacuna?

La decisión fue tomada tras la reunión del grupo de expertos en inmunización que asesora a la organización, presidido por la finlandesa Hanna Nohynek, quien subrayó que esta "simplificación" en la estrategia "mejorará la aceptación hacia la vacuna".

¿Es ese el objetivo, que aumente la aceptación de la vacuna por los irreductibles "pura sangre"...?

La experta también indicó que las vacunas basadas en la variante omicron XBB, una de las más prevalentes, muestran mejor índice de protección actualmente, aunque subrayó que allí donde éstas no sean disponibles, cualquiera de las de la lista de recomendaciones de la OMS puede administrarse.

Vamos, que se reafirman en lo anterior: lo importante es que todo el mundo se ponga alguna, aunque sea desfasada. Lo de evaluar el balance beneficio/riesgo parece que ya no se lleva.

Así está la OMS.


El "NO" de Frances Oldham a la Talidomida

 

Frances Oldham

La Talidomida es un medicamento del fabricante alemán Grünenthal que ya en 1957 se vendía sin receta en Alemania como indicado para conciliar el sueño y aliviar las náuseas matutinas de las mujeres embarazadas. En 1960 se había extendido por Europa, América del Sur, Canadá y otras partes del mundo, generalmente bajo las marcas Contergan y Distaval. El laboratorio afirmaba que, a diferencia de los barbitúricos, la Talidomida no era adictiva, no causaba resaca y era segura...



La compañía farmacéutica Merrell de Cincinnati, comercializadora del Vicks Vaporub, presentó una solicitud a la FDA en septiembre de 1960 para introducir la Talidomida en Estados Unidos bajo la marca Kevadon...

La farmacóloga canadiense Frances Oldham había sido contratada un mes antes por la FDA para la revisión de medicamentos, y el primer trabajo que le asignaron fue revisar esa solicitud. Según la ley, la FDA tenía 60 días para revisar cada solicitud, pero si el funcionario consideraba que estaba incompleta, la empresa tenía que volver a presentarla con datos adicionales, y el plazo de 60 días se renovaba...

A Oldham, los estudios que le presentaron de toxicidad crónica de la Talidomida le parecieron demasiado cortos, los datos de absorción y excreción inadecuados y los controles de fabricación deficientes. Merrell envió información adicional, pero a ella no le satisfizo. El representante de Merrell la acosó telefónica y personalmente, y se quejó ante sus superiores de que con su carácter estaba retrasando innecesariamente la aprobación del medicamento. Pero ella no cedió ante la presión.

En diciembre de 1960, el British Medical Journal publicó una carta del doctor escocés Alexander Leslie Florence informando de casos de neuritis periférica, un hormigueo doloroso en brazos y pies, en pacientes que habían tomado durante largo tiempo la Talidomida...

Alexander Leslie Florence

Al leer la carta, Oldham sospechó que si el medicamento podía dañar los nervios también podría afectar al feto en desarrollo, y solicitó más información sobre este efecto secundario a Merrell. Al poco tiempo, médicos europeos empezaron a informar de un creciente número de nacimientos de bebes con deformidades en las extremidades (focomelia), órganos internos y defectos en ojos y oídos...

Al principio nadie sabía la causa, pero en noviembre de 1961 el pediatra y genetista alemán Widukind Lenz descubrió al interrogar a sus pacientes que el 50 por ciento de las madres con niños con deformidades habían tomado Talidomida en el primer trimestre del embarazo...

Widukind Lenz

Grünenthal cuestionó los hallazgos de Lenz, pero las autoridades sanitarias alemanas retiraron el medicamento del mercado, y así otros países. En marzo de 1962, Merrell retiró su solicitud ante la FDA, y ese mismo año Frances Oldham fue condecorada por el presidente John F. Kennedy...

Estados Unidos se había librado del desastre de la Talidomida y su teratogenicidad. Pero para entonces ya era demasiado tarde para muchas familias del resto del mundo, entre ellas varias españolas, pues el fármaco también se había comercializado en España bajo la marca Softenon... 

Se estima que más de 10.000 niños en 46 países nacieron con deformidades como consecuencia de la Talidomida, y las víctimas sufrieron las consecuencias en el más absoluto de los abandonos...


Finalmente, en España en 2023 se ha reconocido por parte del Estado, que no del laboratorio, el derecho de 130 víctimas a una indemnización, gracias sobre todo a la asociación AVITE...


Frances Oldham supo decir "NO". Todo un ejemplo que parece perdido en nuestros días.


Paul Offit recula un poco...



El epidemiólogo y virólogo Paul Offit, que en su día aprobó y defendió a ultranza las vacunas COVID como miembro del Comité de Expertos de la FDA, se sale este 2023 dos veces del guion:

Ya en su artículo del New England del mes de febrero "Vacunas bivalentes contra el COVID-19: una advertencia" se posicionó contra dichas vacunas debido al fenómeno de la "impronta inmunológica", al que aquí nos referimos con el nombre de "imprimación" o "pecado original antigénico", y que en resumen consiste en que el sistema inmune "tira de memoria" y "pasa" de generar anticuerpos nuevos cuando para lo que se le presenta ya tiene en reserva anticuerpos viejos, aunque no sean los ideales, cumpliendo así con un principio de economía.

Ahora, en una entrevista, Offit explica por qué no va a inocularse el refuerzo de COVID de este año:

En ella contrapone las células T al paradigma vigente basado sólo en los anticuerpos: "Creo que estoy protegido. No recibí la vacuna bivalente el año pasado. No recibiré la vacuna de este año porque creo que tengo una alta tasa de células T...".

Frente a su anterior idea de que: "No hay buenas razones para no vacunarse, sólo muchas malas razones", ahora afirma que: "Siempre hay desventajas y vamos a descubrir esta vacuna con el tiempo. Es una estrategia novedosa".

También dice que las miocarditis podrían durar más de lo que se pensaba: "Ciertamente nos  sorprendieron las miocarditis y las pericarditis, y veremos con el tiempo, cuando llevemos 5 años, 10 años, 15 años, si hay alguna evidencia de enfermedad miocárdica residual, porque la razón por la que uno tiene miocarditis es que está generando una respuesta inmune a su propio músculo cardíaco...".

Y respecto a las dosis de refuerzo (que en Estados Unidos se ofrecen hoy para todas las edades, no así en Europa), afirma: "Cuando los beneficios no están claros, entonces no es tan razonable recibirlas".

Todo ésto lo explica también en su página de substack: "¿Necesitan todos un refuerzo anual de Covid? La recomendación más reciente de los CDC ha sido cuestionada".

Offit tiene 72 años y sigue aprendiendo. Nunca es tarde.


Riesgos de la vacunación repetida

 

Según un trabajo publicado en la revista Vaccines, el aumento en los niveles de anticuerpos IgG4 inducidos por la vacunación repetida con vacunas de ARNm podría generar tolerancia inmune y promover la infección al suprimir las respuestas antivirales naturales:

Los anticuerpos IgG4 inhibirían la unión de la región Fc del anticuerpo IgG3 a su receptor ubicado en las células T citotóxicas, bloqueando su activación e impidendo que la célula infectada sea destruída. 

Se trataría por tanto de un mecanismo semejante al propuesto por nosotros para los anticuerpos anti-PEG, cuya presencia en el organismo genera una interferencia inmunológica que se traduce en una respuesta no neutralizante contra los virus, y vendría a confirmar que una sobreestimulación artificial puede saturar al sistema inmune y volverlo ineficiente frente a una futura infección.

En el mismo trabajo también se vincula el aumento de la síntesis de IgG4 tras la vacunación repetida con ARNm con altas concentraciones de antígeno con el desarrollo tanto de enfermedades autoinmunes como de cáncer en individuos susceptibles:


En este caso, los IgG4 estarían interfiriendo nada menos que en la vigilancia inmunológica innata frente al desarrollo de tumores. 

¿Molnupiravir mutagénico?


Según publica Nature, el Molnupiravir, aquel antiviral cuasi milagroso que los británicos acapararon avariciosamente y cuyos sacos han debido acabar en el fondo del Támesis, puede resultar mutagénico... 

"Molnupiravir, un medicamento antiviral que se ha utilizado ampliamente contra el SARS-CoV-2, actúa induciendo mutaciones en el genoma del virus durante la replicación. Es probable que la mayoría de las mutaciones aleatorias sean perjudiciales para el virus, y muchas serán letales, por lo que las elevadas tasas de mutación inducidas por Molnupiravir reducen la carga viral. Sin embargo, si algunos pacientes tratados con Molnupiravir no curan completamente las infecciones por SARS-CoV-2, podría existir la posibilidad de que se transmitan virus mutados por Molnupiravir". 

Otro antiviral que vuelve a fracasar, y van...


Lectura crítica del ensayo MELODY con Nirsevimab

 

Nirsevimab (Beyfortus) es el fármaco de moda. Se trata del nuevo anticuerpo monoclonal aprobado para la prevención de la enfermedad de las vías respiratorias inferiores producida por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS)...

Y es el nuevo anticuerpo porque no es el primero, puesto que hace ya más de 20 años que el Palivizumab (Synagis) se venía utilizando para lo mismo, pero sólo en niños con alto riesgo de enfermedad por VRS, fundamentalmente en prematuros y niños con grave patología respiratoria y cardiaca... 

Sin embargo, el nuevo fármaco biotecnológico se ha aprobado para su uso en neonatos y lactantes durante su primera temporada del VRS. Es decir, en todos los recién nacidos, siguiendo las Recomendaciones de Sanidad.

Nirsevimab está producido en células de ovario de hámster chino y lleva polisorbato 80, excipiente  que no lleva el viejo Palimizumab. Frente a él tiene la ventaja de requerir una sola administración, mientras que Synagis requiere 5, algo ciertamente engorroso.

En el blog de Rafa Bravo, Juan Gervás opina que el nuevo fármaco no compensa beneficios con daños. Cita para justificarlo un trabajo de pediatras españoles sobre el ensayo MELODY con el nuevo fármaco, así como una evaluación del fármaco siguiendo el método GRADE, concluyendo que:

“No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos [placebo y tratado], durante 150 días de seguimiento, en las variables:

  1. Hospitalización, con prueba positiva a virus respiratorio sincitial.
  2. Hospitalización por todas las enfermedades respiratorias de cualquier causa".

Accediendo a lo publicado en el New England sobre el ensayo MELODY con Nirsevimab, en el apartado de los efectos adversos figura la siguiente tabla:

 Al ir al texto, aparece ésto:

"Se informaron eventos adversos graves en el 6,8% de los que recibieron Nirsevimab (67 lactantes) y en el 7,3% de los que recibieron placebo (36 lactantes). Se produjeron tres muertes hasta el día 361 (todas entre los receptores de Nirsevimab a partir del día 140):

  • Una muerte de causa desconocida ocurrió el día 140 en un bebé con retraso del crecimiento. Sobre la base de los eventos adversos informados de vómitos recurrentes, hipoglucemia y anemia, el investigador sospechó una enfermedad crónica subyacente que no fue diagnosticada antes de la muerte. 
  • Se atribuyeron dos muertes (los días 143 y 338) a gastroenteritis en lactantes que no acudieron a consulta sanitaria por la enfermedad. Los investigadores consideraron que ninguno de los eventos adversos graves, incluidas las muertes, estuviera relacionado con nirsevimab o placebo. 
  • Se informó un único evento adverso de especial interés: un receptor de Nirsevimab tuvo una erupción macular generalizada de grado 3 sin características sistémicas 6 días después de la inyección, que no requirió tratamiento y se resolvió después de 20 días; el investigador consideró que este evento estaba relacionado con Nirsevimab." 

O sea que, según los investigadores, la erupción sí que fue por el Nirsevimab, pero los 3 fallecimientos producidos entre los niños que recibieron el Nirsevimab no tuvieron nada que ver con la administración del fármaco.

En el grupo placebo no murió ningún niño, pero llama la atención esta frase:

"Entre los bebés con datos disponibles hasta el día 361, se detectaron anticuerpos antifármaco después del inicio en 58 de 951 (6,1%) en el grupo de Nirsevimab y en 5 de 473 (1,1%) en el grupo de placebo".

Es decir, que se detectaron anticuerpos contra el propio fármaco, el Nirsevimab, ¡en niños que no lo habían recibido!

Por el contrario, "cuatro bebés en el grupo de Nirsevimab no tuvieron concentraciones séricas cuantificables en ningún momento... Las razones de la ausencia de Nirsevimab detectable en estos lactantes no están claras".

Ante esta circunstancia, los autores admiten lacónicamente que: "No se pueden descartar errores en la administración de la inyección". Vaya, pues "a confesión de parte, relevo de prueba"... 

Si ésta es la calidad de un ensayo en el que se apoya la aprobación de un fármaco nuevo que se va a administrar a todos los recién nacidos sanos, es que en la era post-COVID el listón ha caído tan bajo que ya todo vale.


ADN plasmídico en las vacunas COVID de ARN

 

Ha causado cierto revuelo la intervención del Dr Phillip Buckhaults ante el Comité de Asuntos Médicos en Carolina del Sur...


El profesor Phillip Buckhaults es doctor en Bioquímica y Biología Molecular y realiza investigaciones sobre genómica del cáncer, siendo un experto en detectar fragmentos extraños de ADN en lugares donde se supone que no deben estar. En el Comité ha afirmado:

"La vacuna de Pfizer está contaminada con ADN plasmídico, no es sólo ARNm, tiene fragmentos de ADN. Este ADN es el vector de ADN que se utilizó como plantilla para la reacción de transcripción in vitro cuando produjeron el ARNm. Sé que esto es cierto porque lo secuencié en mi propio laboratorio".

Claro que ésto no es nada nuevo. Los trabajos de Kevin McKernan, experto en métodos de secuenciación de ADN y ARN, ya habían revelado que lotes de vacunas de ARNm modificado producidas tanto por Pfizer como por Moderna contenían una elevada proporción de ADN bacteriano contaminante, y sus posibles implicaciones. 

Aquí ya los citamos como base para dudar de que el ingente proceso de fabricación pudiera ser tan ideal como nos lo pintaban los "batas blancas" en sus infografías: ¿Podían los enormes depósitos llenos de bacterias, plásmidos, nutrientes y desechos ser filtrados y, tras añadirles lípidos y agitarlos, convertirse en trillones de perfectas nanoesferas conteniendo en su interior ARN 100% puro...?


Nos lo pintaban muy bonito, artístico, casi mágico. Puro marketing.


Riesgos del abuso de IBPs

 

Los fármacos inhibidores de la bomba de protones (IBPs), que reducen la producción de ácido en el estómago, suponen uno de los grupos farmacológicos más recetados en Occidente. Su miembro principal es el Omeprazol.

En un reciente estudio brasileño se asocia a los IBPs con potenciales efectos adversos como fracturas relacionadas con la osteoporosis, infecciones intestinales incluyendo Clostridium difficile, mala absorción de vitaminas como la vitamina B12, y de minerales como magnesio y hierro. También hay informes que los asocian con neumonía, enfermedad renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y cáncer gástrico.

La conclusión del estudio es que "la clave para mitigar los efectos adversos es el uso racional de los IBPs en la dosis efectiva más baja y en el menor tiempo posible". Algo que dista mucho de la realidad.

Con todo, las cifras en Vigiaccess no son ni de lejos las de la Ranitidina, que fue retirada. 


El mirador de Juan Gérvas



El Dr Juan Gérvas se manifiesta contrario a la revacunación de gripe+Covid y lo argumenta detalladamente desde su nuevo mirador, tras el cierre del periódico digital Espacio sanitario.

El 1º apartado de su artículo arranca así de contundente:

"¿Vacunas covid19 y gripe? No, gracias

  1. No evitan casos
  2. No impiden la transmisión del virus, de hecho pueden incrementar la contagiosidad
  3. No producen inmunidad de grupo
  4. No disminuyen las hospitalizaciones
  5. No disminuyen la mortalidad y
  6. Tienen graves efectos adversos, en individuos y quizá en sus descendientes en el caso de las vacunas covid19 (en un país, España, en que no hay un sistema de compensación de daños por las vacunas)".

Y así continúa hasta un total de 9 apartados, de obligada lectura para huir del pensamiento único. 

La voz discordante del Dr Gérvas no es una voz cualquiera, puesto que el médico español forma parte del grupo del 2% de científicos más citados del mundo.

Enlace: http://equipocesca.org/el-mirador-los-vacunistas-proponen-la-re-vacunacion-contra-la-covid-y-la-gripe-sin-beneficios-ni-ciencia-ni-etica-y-sin-siquiera-prever-mecanismos-de-compensacion-por-danos/


Reacciones inflamatorias autoinmunes por vacunas COVID

 

Si en un reciente trabajo se correlacionaban las vacunas COVID con la aparición de linfomas, acaba de publicarse un trabajo de revisión sobre el posible papel de la distribución por el organismo de las sustancias inoculadas con las vacunas como desencadenante de reacciones inflamatorias autoinmunes.

En él participan reputados críticos con la estrategia anti-COVID oficial, como los doctores Kyriakopoulos, Fukushima, Seneff y McCullough, que aportan bibliografía en apoyo de su postura. Éste es su resumen:

"Una sólida evidencia inmunohistopatológica demuestra que las vacunas genéticas COVID-19 pueden mostrar una amplia distribución dentro del cuerpo, afectando tejidos terminalmente diferenciados y alejados del lugar de la inyección. Estos incluyen el corazón y el cerebro, que pueden sufrir in situ producción de proteína de pico que provoca una fuerte respuesta inflamatoria autoinmunológica. 

Debido al hecho de que cada célula humana que sintetiza antígenos no propios se convierte inevitablemente en el objetivo del sistema inmune, y dado que el cuerpo humano no es un sistema estrictamente compartimentado, se necesitan estudios farmacocinéticos y farmacodinámicos precisos para determinar con precisión qué tejidos pueden resultar dañados. 

Por lo tanto, nuestro artículo pretende llamar la atención de las comunidades científica y reguladora sobre la necesidad crítica de realizar estudios de biodistribución de las vacunas genéticas contra el COVID-19, así como de evaluaciones racionales de daños y beneficios por grupo de edad".

El artículo es de libre acceso en versión completa, y puede traducirse on line desde el navegador:

https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/08916934.2023.2259123


La toxicosis por aluminio



Las múltiples condiciones patológicas asociadas con la toxicidad del aluminio han sido objeto de una reciente revisión cuyo resultado es impactante:

  • Neumonía intersticial descamativa 
  • Proteinosis alveolar pulmonar
  • Granulomas, granulomatosis y fibrosis
  • Miocarditis tóxica
  • Trombosis y accidente cerebrovascular isquémico
  • Enteritis granulomatosa
  • Enfermedad de Crohn
  • Enfermedades inflamatorias del intestino
  • Anemia
  • Enfermedad de Alzheimer
  • Demencia
  • Esclerosis
  • Autismo
  • Miofascitis macrofágica
  • Osteomalacia
  • Oligospermia e infertilidad
  • Enfermedad hepatorrenal
  • Cáncer de mama y quistes
  • Pancreatitis
  • Necrosis pancreática
  • Diabetes mellitus

La revisión proporciona una amplia visión general de la toxicidad del aluminio como base para futuras investigaciones en salud pública, por ejemplo en el campo de la autoinmunidad.

De las distintas formas de presentación del aluminio, una parte de gran interés farmacéutico son los geles de hidróxido de aluminio, que son introducidos en el cuerpo humano formando parte como adyuvantes de varias vacunas cuyos componentes se adsorben a ellos. La bibliografía disponible es principalmente anglosajona, y en ella se nos habla de un uso tradicional, y por tanto (según ellos) seguro...

Los franceses por el contrario no lo tienen tan claro, como muestra su estudio crítico sobre los 3 trabajos más citados sobre su presunta seguridad.

Tomado de: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0168365923000524

Alhidrogel® y AdjuPhos® son adyuvantes a base de aluminio (ABA) que se dan como clínicamente aprobados, pero de hecho no lo están. Ni hay ABA aprobados para inyección intramuscular o subcutánea en humanos, ni existen requisitos para su aprobación, sino que se "aprueban" sólo como parte de preparados de vacunas, digamos que por costumbre.

Un trabajo que estudia su posible relación con los trastornos del espectro autista concluye que hay una falta de datos científicos fundamentales que demuestren que los ABA sean seguros y no induzcan ningún efecto secundario a largo plazo. 

Otro trabajo estudia su posible vínculo con la neuropatología crónica, concluyendo que parecería prudente intentar encontrar una alternativa a los ABA lo antes posible, y eliminar progresivamente su uso.

El tratado de Virología Médica de los argentinos Carballal-Oubiña señala los siguientes inconvenientes en su uso como adyuvante vacunal:

  • Induración/inflamación local
  • Ausencia de biodegradabilidad
  • Efecto "depósito local"

En este sentido, un estudio de 2021 muestra que las micropartículas de hidróxido de aluminio más grandes sólo pueden eliminarse en la piel mediante fagocitosis, y por lo tanto tienden a residir en el lugar de la inyección durante largos períodos de tiempo, formando un efecto de depósito...

Por contra, las nanopartículas de hidróxido de aluminio de menos de ~200 nm pueden captarse en la piel tanto mediante endocitosis como por fagocitosis, y luego eliminarse mediante migración celular. 

Ahora bien, el estudio señala que las nanopartículas más pequeñas también pueden acceder directamente a los vasos linfáticos, debido a su capacidad para entrar en las uniones entre las células endoteliales linfáticas.

Y aquí se detiene el estudio. Pero cabe preguntarse por el destino final de esas nanopartículas, pues por los vasos linfáticos circula la linfa que normalmente contiene agua, proteínas, glóbulos blancos y grasas, pero por la que durante las infecciones circulan también virus y bacterias, los cuales podrían adsorberse a las nanopartículas de gel...

¿Podrían acabar esas nanopartículas transportando virus o bacterias a zonas sensibles como el SNC aprovechando su conocida propiedad de poder atravesar la barrera hematoencefálica (BHE)...?

De ser así, los ABA podrían estar ejerciendo un efecto "Caballo de Troya" en la fortaleza de nuestro sistema inmune, siendo claves en procesos de autoinmunidad que involucran a los virus.



Somos química

 


Francia ha sido cuna de grandísimos químicos. Curiosamente, uno de los más grandes, Joseph Louis Proust, que también fue farmacéutico del Hospital de la Salpétrière en París, realizó en España, en la Casa de la Química del Real Colegio de Artillería ubicada en el Alcázar de Segovia, los experientos que le llevaron a enunciar en 1795 la Ley de las proporciones definidas, uno de los principios básicos de la química que establece que las sustancias se combinan en proporciones concretas y constantes.

La química es básica para intentar entender la biología, la fisiología, las enfermedades y su prevención o curación. Así, la Ley de Proust rige la formación en el riñon de los cristales de oxalato cálcico por la unión del oxalato y el calcio, lo que acaba conduciendo a los molestos cólicos nefríticos...

Una forma de luchar contra la cristalización es la "sustractiva": 

  • Disminuir el aporte de oxalato, que es muy elevado en las espinacas y la remolacha, y alto en el chocolate, sobre todo el negro, té, fresas y almendras.

  • Reducir el aporte de calcio es otra opción algo más complicada, pues es un elemento esencial y muchos alimentos lo contienen, sobre todo los lácteos. A evitar las espinas de las sardinas enlatadas, así como las aguas "duras".
La otra vía es "aditiva": beber agua para diluir la orina, e ingerir alimentos con ácido cítrico (naranjas) o bien directamente citrato potásico, que secuestran el calcio urinario evitando su cristalización con el oxalato. Además también ayudan a eliminar por vía renal el aluminio, algo siempre positivo.

Aparte de la dieta intervienen otros factores como el tipo de ejercicio, la sudoración... Ya sabemos que cada persona es única y no hay enfermedades, sino enfermos.


Vacunas COVID: En busca de nuevas variantes


La industria de las vacunas COVID parece que quiere asentarse, como en el caso de las de la gripe, en intentar anticiparse en otoño a las cepas que presuntamente serán las más prevalentes en la época invernal. Es lo que se desprende de la lectura de la web del Comité de Vacunas de la AEP.


Recordemos que la OMS ha ido decidiendo, con más o menos acierto según los años, la composición de las nuevas vacunas antigripales a nivel mundial.

Parece darse por hecho, por tanto, que habrá nueva pandemia covidiana invernal. Eso a pesar de que la propia OMS ha reconocido en mayo de este año que la "cepa de Wuhan", la presunta variante ancestral del SARS-CoV-2, ya no circula en la población, y que la mayoría de la población tiene anticuerpos contra alguna de las variantes, bien por infección o por vacunación. 

¿No podría pasar con el COVID en 2023 lo ocurrido con la gripe en 2021, que de modo inesperado faltó a su cita anual...? 

La OMS no lo cree, y por eso recomienda que a partir de ahora la vacunación COVID se lleve a cabo con vacunas monovalentes que contengan la proteína S de la espícula del linaje XBB.1 de ómicron, sublinajes XBB.1.5 y XBB. 1.16, que son las que predominan hoy y "presumiblemente" darán lugar a las futuras variantes que circularán a corto y medio plazo en todo el mundo...

La razón está en que las vacunas de refuerzo usadas hasta ahora eran bivalentes (contienen la proteína S de la cepa ancestral y la de alguna de las variantes ómicron), y han mostrado una efectividad bajísima frente a esas variantes.

La explicación está en que "las vacunas bivalentes penalizan la respuesta inmune de anticuerpos neutralizantes frente a la proteína S de la variante ómicron incluida en la vacuna. Este hecho se debe a la “imprimación” del sistema inmune (“pecado original antigénico”) causado por la proteína S de la cepa Wuhan":

"Cuando un individuo que ha sido vacunado con una de las vacunas monovalentes de la cepa ancestral (o ha padecido la infección por esta cepa), recibe más tarde un refuerzo con una de las vacunas bivalentes (cepa ancestral más variante ómicron), la respuesta de anticuerpos neutralizantes va dirigida, en gran medida, frente a la proteína S de la cepa ancestral, en detrimento de los anticuerpos específicos frente a la variante ómicron incluida en la vacuna".

Explicado de forma coloquial, el sistema inmune, como ya tiene en reserva unos anticuerpos para lo que se le presenta, "tira de memoria" y "pasa" de generar otros anticuerpos diferentes. Las vacunas bivalentes, tan alabadas no hace tanto, no funcionan porque ignoran el principio de economía del sistema inmune. Inmunología básica.

La web lo explica más técnicamente: 

"Este fenómeno de imprimación inmune se produce porque tras el primer contacto (infección o vacunación) con la cepa ancestral, se generan, en los centros germinales de los ganglios linfáticos, células B de memoria específicas frente a epítopos de la proteína S de esta cepa. Cuando el individuo es posteriormente vacunado con una de las vacunas bivalentes (cepa ancestral más la variante ómicron), estas células B de memoria son estimuladas rápidamente, antes de que haya tiempo para que se formen “de novo” células B específicas frente a la proteína S de la variante ómicron. Se produce así una respuesta intensa (de memoria) de anticuerpos neutralizantes frente a la proteína S de la cepa ancestral, y de mucha menor magnitud frente a la proteína S de la variante. Cuanto mayor es la distancia antigénica entre la cepa ancestral y la cepa ómicron incluida en la vacuna, menor es el título de anticuerpos frente a esta última".

Este "pecado antigénico original" ya fue anticipado por expertos como el Dr. Kenji Yamamoto... 

y mucho antes por el Dr James Lyons-Weiler...

Pero sus advertencias fueron ignoradas. El tiempo les ha dado la razón. 

Por otra parte, en la web se afirma que "las vacunas actuales no son capaces de proteger suficientemente frente a cualquier forma de infección ni impiden la transmisión, objetivo que parece reservado a posibles nuevas vacunas intranasales si fueran capaces de inducir inmunidad local nasofaríngea"

Es decir, que las vacunas actuales se centran en producir anticuerpos sanguíneos (IgG) en lugar de en las mucosas (IgA), que es donde serían más efectivos, como también avisó el Dr Sucharit Bhakdi.

Curiosamente, una vacuna intranasal es la que está investigando el Dr Enjuanes del CSIC con los laboratorios Biofabri. En cuanto a la otra vacuna española, la intramuscular de Hipra, al no estar actualizada a las nuevas variantes no cumpliría con los nuevos requerimientos de la OMS, que por otra parte no sabemos si acertará en sus previsiones. 

Lo bueno es que con estas nuevas variantes los síntomas son una vez más similares a los del resfriado y la gripe: tos, dolor de cabeza, dolores musculares, secreción nasal y fatiga.


El síndrome de Stevens-Johnson



El síndrome de Stevens-Johnson (SJS) es una enfermedad grave y potencialmente mortal que afecta a la piel y las membranas mucosas. Sus síntomas iniciales son similares a los de la gripe. Después se desarrolla una erupción cutánea que progresa a la formación de ampollas y erosiones en la piel y las mucosas, incluyendo los ojos, la boca, la nariz y los genitales, pudiendo aparecer síntomas sistémicos.

Junto con la necrólisis epidérmica tóxica (NET), son enfermedades asociadas con una reacción inmune grave y potencialmente mortal a ciertos medicamentos: sulfonamidas, algunos antibióticos, vacunas, antiepilépticos y antiinflamatorios no esteroides (AINEs). 

En principio se trata de medicamentos con actividades farmacológicas y mecanismos de acción diversos. ¿Dónde puede estar el nexo que los una...?

Echando un ojo a las fichas técnicas de los fármacos inyectables con los que más se ha asociado el SJS, y en concreto a esos componentes de los medicamentos tan olvidados casi siempre como son los excipientes, encontramos cierto patrón:

Cotrimoxazol (Soltrim)Diazepam (Valium)Diclofenaco (Voltaren) y Piroxicam (Feldene) contienen Alcohol bencílico, con un grupo alcohol (OH):


Digoxina y Fenobarbital  (Luminal), junto nuevamente con Diazepam (Valium)Diclofenaco (Voltaren) y Piroxicam (Feldene) contienen Propilenglicol, con dos grupos alcohol:


Otros fármacos involucrados como Dexketoprofeno (Enantyum), Ketorolaco (Toradol) y los contrastes iodados no iónicos contienen Trometamol, una amina primaria con 3 grupos alcohol: 


Por otra parte, la Penicilina benzatina (Benzetacil) y el Pembrolizumab (Keytruda) contienen Polisorbato 80, formado por ésteres de polialcoholes:


El SJS también se ha asociado en menor grado a infecciones víricas, bacterianas y con enfermedades autoinmunes. Una de las líneas de este blog es explorar la posible conexión entre las enfermedades del sistema inmune, los virus y los excipientes farmacéuticos: la interferencia inmunológica.

El campo para seguir investigando se ensancha hacia el infinito.