Las enfermedades autoinmunes están sufriendo un incremento continuo en los últimos 40 años, y hay estudios que lo ligan a la administración de ciertas vacunas y sus adyuvantes.
Acaba de salir el 8º Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas COVID-19, en el que las trágicas cifras de efectos adversos graves siguen aumentando, destacando el número de 300 fallecidos.
El informe sólo trata los efectos adversos ya confirmados por las agencias, y que por tanto ya se han incluido en las fichas técnicas.
Con relación a los efectos secundarios autoinmunes, los registros que se están llevando a cabo con las vacunas COVID podrían ir en la dirección arriba mencionada. Así, en el informe se documenta el síndrome de Guillain-Barré como posible efecto adverso de la vacuna COVID-19 Vaccine Janssen y de la Vaxzevria de AstraZeneca.
El síndrome autoinmune de Guillain-Barré ya se ha descrito para otras vacunas como la del papiloma Gardasil, la antihepatitis A+B Twinrix, la triple vírica Priorix, la de la fiebre amarilla Stamaril, y varias antigripales como Efluelda, Chiromas, Chiroflu, Fluarix-Tetra y Mutagrip, figurando también en sus fichas técnicas.
También se asoció con campañas de vacunación antigripales como la de 1976 o la de 2009.
Con cualquier medicamento, hay que estar siempre alerta y la evaluación de la relación beneficio-riesgo debe ser continua.
Investigador incansable. Gracias Juan.
ResponderEliminarMuchas gracias Juan
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