Distribución sanguínea de las vacunas de ARNm (I)

 

ACS Nano es una prestigiosa revista científica publicada por la American Chemical Society (ACS) y centrada en la nanociencia y la nanotecnología. El número del 19 de septiembre trae un interesante estudio australiano sobre la cinética en sangre de la vacuna bivalente de ARNm de Moderna, y su impacto tanto en la inmunogenicidad de la vacuna como del polietilenglicol (PEG). 

La Farmacocinética es el estudio de cómo el cuerpo absorbe, distribuye, metaboliza y elimina un fármaco, es decir, describe el recorrido que sigue un medicamento dentro del organismo, desde el momento en que se administra hasta que es eliminado. 

La Farmacocinética descrita en el artículo de ACS Nano para la vacuna Spikevax nos muestra que las nanopartículas lipídicas con el ARNm en su interior no permanecen en el sitio de inyección, sino que circulan por el torrente sanguíneo siendo detectables hasta 14-15 días, y alcanzando niveles máximos en sangre el día 1-2 tras la vacunación. 

Esta rápida diseminación de las nanopartículas lipídicas del ARNm en la sangre es consistente con los hallazgos recientes sobre la detección de ARNm en la leche materna a las 3-45 h posteriores a la vacunación, y los niveles detectados en plasma hasta 14-15 días después de la vacunación son coincidentes con los de estudios transversales y de autopsias recientes.

Según el artículo, la vía preponderante por la cual la vacuna llega al torrente sanguíneo es a través de la absorción directa desde los capilares sanguíneos del músculo deltoides en el que se inyecta. Esto ocurre rápidamente después de la inyección, con las nanopartículas lipídicas y el ARNm detectables ya en la sangre dentro de las 4 horas posteriores a la vacunación. No es de extrañar teniendo en cuenta la buena irrigación sanguínea de los músculos del hombro:


Son datos que echan por tierra definitivamente el mantra tan repetido al inicio del uso de esta nueva tecnología de ARNm, que defendía que las nanopartículas lipídicas inyectadas se quedaban en el músculo y los ganglios linfáticos cercanos, y no llegaban a otros órganos del cuerpo bien irrigados como el corazón o el cerebro.

Se estaban confundiendo los deseos con la realidad, y en poco tiempo la Farmacovigilancia empezó a aflorar efectos adversos tras su administración como miocarditis e ictus, que ahora se van explicando.


En un próximo análisis abordaremos lo relativo al componente PEG de estas vacunas y a los anticuerpos anti-PEG, de gran interés para nosotros, y de los que también trata el artículo. 

2 comentarios:

  1. Entonces hay una conexión con los ictus e infartos?
    Jesús

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    1. Es lo que se está investigando. Con las gotitas de grasa artificial viajando por los capilares sanguíneos y con el sistema inmune revolucionado se pueden generar microtrombos en cualquier órgano. Eso sin contar los efectos del ARN y la proteína Spike. Hasta el Dr Fauci reconoce ahora las miocarditis por las vacunas, tras 3 años pregonando su seguridad. La Ciencia avanza muy lentamente. En cambio la propaganda vuela. Es lo que hay.

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