La corriente negacionista del VIH/SIDA postula que el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) no está causado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Aceptando el SIDA como una enfermedad real, atribuye su causa a determinadas prácticas homosexuales asociadas a drogas (nitrito de amilo "popper" inhalado fundamentalmente) o incluso a efectos de los fármacos antirretrovirales utilizados para tratar la infección del VIH (AZT fundamentalmente). Del virus VIH bien se rechaza su misma existencia, o se acepta su presencia pero sin ser el causante del SIDA.
La web https://periodistasporlaverdad.com/sida-40-anos-de-mentiras/ trae esta interesante entrevista en la que uno de los líderes negacionistas ve semejanzas entre el fenómeno VIH/SIDA y el COVID-19:
"Raúl Ehrichs, hace 22 años fue diagnosticado VIH + (portador del «virus de SIDA»), nunca ha tomado antiretrovirales y ha dedicado todos estos años al estudio de esta enfermedad. Es vicepresidente de la asociación internacional Rethinking AIDS, por el replanteamiento del SIDA, junto con miles de profesionales médicos y científicos de todo el mundo, cuestiona la base sobre la que se sostiene esta epidemia, partiendo de la falta de evidencia de la existencia y aislamiento del virus y los múltiples factores externos y ambientales asociados a la inmunodeficiencia.
Si el virus del COVID-19 no ha sido aislado y la estructura de ARN del SARS-CoV-2 que figura en las Data Bases fue recreada en un laboratorio partiendo de una pequeña fracción de material genético cuyo origen no se puede atribuir exclusivamente a un virus, siendo la secuencia del supuesto virus completada con la data base del SARS del 2003 (…), el virus VIH tampoco habría sido aislado, ni fotografiado, por lo que todo lo que rodea a la epidemia de SIDA guarda enormes similitudes con la actual crisis sanitaria, eso sí, con un ensayo previo consolidado que se ha sostenido durante 40 años, sin que ninguno de los médicos y científicos disidentes haya podido hacer nada al respecto por dar una digna salida pública a la otra verdad oculta, aunque, al mismo tiempo, también es cierto que el número de personas que cuestiona la veracidad de la teoría del VIH como causa del SIDA no ha parado de crecer en estos últimos años".
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